La atención mediática, en plano judicial, se ha focalizado este jueves en la declaración del expolítico Íñigo Errejón, investigado por un presunto delito de agresión sexual a la actriz Elisa Mouliáa. A su llegada esta mañana al Juzgado de Instrucción 47 de Madrid, ha expresado sus sensaciones en breves declaraciones a los medios de comunicación presentes.
"Es un día muy esperado para mí, vengo a defender mi inocencia", ha expresado, a la par que ha depositado su “plena confianza en la actuación de la justicia”: “Quiero dejar que vengo aquí a defender mi inocencia y eso se hace, en primer lugar, delante del juez, se hace ahí dentro. Las explicaciones las voy a dar en primer lugar donde corresponde”, ha reiterado.
Tras prestar declaración, ha trascendido posteriormente el contenido de la misma, sobre la que el expolítico ha constatado que, según su relato y versión de los hechos, sí que hubo consentimiento en la relación que mantuvo con la denunciante y, a su vez, se ha mostrado tranquilo: "Por fin he podido expicarme. Salgo contento, con mucha tranquilidad con la actuación de la justicia. Todo lo que tenía que decir lo he dicho dentro", ha declarado también ante los medios a su salida de los juzgados.
El juez que instruye la causa, el magistrado Adolfo Carretero, ha acordado, previamente a tomar declaración a ambos, un protocolo de seguridad a petición de la denunciante para que ninguno de ellos se cruzase, ni tuviese contacto visual, en su citación en las inmediaciones del juzgado.
Mouliáa asegura que Errejón podría haberle echado algo en la copa
Por su parte, la presentadora de televisión, Elisa Mouliáa, ha entrado inicialmente por la puerta de atrás de los Juzgados de Plaza de Castilla y, antes de empezar su declaración, ha salido acompañada de su abogada por la puerta principal. Sin embargo, no ha atendido a los medios de comunicación y ha vuelto al interior de la sede, dando inicio su declaración a las 11.11 horas de la mañana de este jueves. Posteriormente, en su declaración ante el juez, ha deslizado que no descarta que en la noche de los hechos, el exportavoz de Sumar le echase algún tipo de droga en la copa, al tiempo que ha asegurado que el que fuera político le tocó en numerosas ocasiones a pesar de que ella se negó. Fuentes jurídicas han añadido así que Mouliáa ha ampliado el conjunto de su denuncia.
La artista, en este sentido, ha justificado a preguntas de la defensa, el tiempo que tardó en denunciar los hechos. Si se demoró tres años fue porque su psicólogo le dijo que no lo hiciese hasta que no estuviese preparada. Además, se habría visto animada a hacerlo a raíz de denuncias anónimas de otras mujeres víctimas de agresión sexual. Sin embargo, ella entendía que había que poner nombres y apellidos a ese tipo de denuncias, habitualmente anónimas.
La defensa de Errejón también ha preguntado a puerta cerrada a la denunciante por una denuncia que ésta interpuso contra su exmarido por sexo no consentido y que se habría terminado archivando. El juez ha permitido que la actriz se pronunciase al respecto porque, según ha apuntado, esa información es pública.
La denuncia de Mouliáa
La actriz relató en su denuncia hechos que tuvieron lugar una noche de finales de septiembre de 2021 cuando, después de que llevarán "aproximadamente un año" hablando por redes sociales, Errejón la invitó a la presentación de su libro. Al terminar, se fueron a tomar unas cervezas a un bar cercano y Mouliaá, que ya tenía previsto acudir esa noche a una fiesta en casa de un amigo, "por educación" le invitó a acompañarla. "Para sorpresa" de ella, Errejón aceptó.
De acuerdo con su relato, ya en el coche él adoptó "una actitud dominante". Y en el ascensor directamente la habría agarrado "fuertemente" de la cintura y besado "de forma violenta", "dejándola sin respiración". Una vez en la fiesta y, tras bailar y charlar con los otros asistentes, la habría llevado "por la fuerza" a una habitación, donde se habrían producido varios tocamientos "sin el consentimiento" de la actriz.
Mouliaá describe en la denuncia que Errejón la quitó el sujetador, profirió frases "lascivas" del tipo "cómo me pones", acto seguido la empujó sobre la cama, se sacó su miembro y le realizó tocamientos. "Paralizada", "fue en ese momento cuando le dijo que ella quería seguir en la fiesta". Errejón le habría contestado que "salía de la habitación con la condición de que en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa". "Estuvieron un rato más en la fiesta", pero se trasladaron rápidamente en un mismo coche al domicilio del político.
Allí, "sin mediar palabra", él habría reanudado los tocamientos. Ella "le comentó que se estaba sintiendo muy incómoda", que lo que estaba ocurriendo le estaba pareciendo "muy violento". Y finalmente le dijo: "Íñigo, 'solo sí es sí', parece mentira que me esté pasando esto contigo", culminando ahí el relato plasmado en la denuncia.
Con esta consecución de hechos denunciados ante la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional (UFAM), fuentes jurídicas indican que éstos podrían ser constitutivos de delito de agresión sexual, penado con uno a cinco años de cárcel.
Cabe recordar que la investigación sobre esta denuncia por presunta agresión sexual, con un impacto político y mediático con contados precedentes, se ha prolongado más en el tiempo de lo previsto. Allá por noviembre, el juez Carretero acordó archivar la causa hasta que la abogada de la denunciante regresase de su baja médica. El magistrado explicó que Mouliaá se había "negado a designar a otro letrado que la sustituya de su confianza" por lo que "la consecuencia inevitable" era "la imposibilidad de la continuación del procedimiento". Ya en diciembre, el magistrado estimó el recurso de reforma interpuesto por parte de la Fiscalía y por la defensa del propio Errejón, acordando reabrir la causa y citando a ambos para este jueves. No obstante, el equipo legal del expolítico llegó a solicitar el pasado jueves 9 de enero aplazar su declaración, petición que fue descartada por el magistrado.
Asimismo, el caso de presuntas violencias sexuales cometidas por Errejón no empieza ni acaba con Mouliáa, ya que, según fue relatando la periodista Cristina Fallarás, son más de una decena de mujeres anónimas quienes le relataron, vía redes sociales, otros episodios de mismas características que vivieron con el expolítico.