El juicio por delitos fiscales, conocido como caso Nummaria, contra los actores Ana Duato e Imanol Arias y otras 28 personas ha comenzado en la Audiencia Nacional con susto incluido. De hecho, uno de los letrados se ha mareado y ha tenido que ser atendido de urgencia, aunque el juicio no se ha suspendido ya que hay 31 partes, por lo que ha empezado otro abogado, en este caso el exministro Antonio Camacho, que defiende a Fernando Peña. Durante su turno, Camacho a pedido la nulidad del procedimiento: “Miles de archivos fueron borrados o alterados mientras se impedía a las defensas acceder con argumentos peregrinos. Se nos dieron excusas impidiendo que accediéramos al material. Se ha violado un proceso con todas las garantías. Nos introducimos en un juicio que creo que tiene los pies de barro”, ha explicado en su intervención.

En primer lugar ha hecho referencia a los informes contra los imputados que, según él, fueron “elaborados sobre documentación de entradas y registros en 2016 en despachos profesionales, esa documentación es enorme. Documentación que está en la ONIF…no pasó por el juzgado y ninguna de las partes pudo acceder hasta 10 días después de dictarse auto de incoación, pero solo dos abogados tuvieron acceso a toda. Nos dijeron que era una diligencia inútil. Los hemos pedido varias veces y siempre se ha denegado”.

Pedimos las grabaciones porque habíamos visto irregularidades en la entrada y registro. Nos dijeron que estaría en el cloud. Caparon el acceso de las partes y allí está la contabilidad de todos los imputados y en ella se basa la documentación. Nos dieron 15 días porque era imposible descargar toda la info. Nos dan un día más. Se nos ha impedido el acceso a la documentación a lo largo de la causa. La acusación ha tenido material probatorio y en ningún momento hemos podido acceder a ese material. Que hay indefensión es indiscutible. No existe duda acerca de la violación del derecho defensa, infringiendo frontalmente derechos como inmediación, contradicción e igualdad de armas”, ha proseguido diciendo.

Sobre la cadena de custodia ha dicho que no haya irregularidades que dificulten a la sala enjuiciadora y que “se puede dudar de la autenticidad y del correcto tratamiento que se ha hecho de la documentación. No ha existido la custodia en ningún momento. Es como si en un asesinato se dejara el arma o la ropa del fallecido en manos de la familia, pues en este caso se ha dejado en manos de la acusación particular. Esto no es solo una irregularidad sino que es causa de nulidad”.

Sobre las presuntas irregularidades, Camacho ha alegado que, “a todos nos debe sorprender que la directora de la ONIF acceda a un registro en el despacho de un exsocio de su pareja, que está imputado en la Audiencia Nacional. Mi cliente dice que había documentación sobre él y ahora no está. Nos encontramos la cámara arrancada, por eso pedimos las imágenes”.

Una causa abierta desde 2016

El caso del bufete Nummaria, que lleva siendo investigado ocho años, también afecta a Fernando Peña, asesor fiscal e inspector de Hacienda en excedencia. Tal y como ha declarado la Fiscalía Anticorrupción Peña “ha presentado su asesoramiento para que clientes pudieran defraudar a la Hacienda Pública o a terceras personas en otras muchas ocasiones”. Entre estos usuarios se encontraban todo tipo de personalidades, desde empresarios hasta artistas reconocidos como Joaquín Sabina o Marta Robles. Sin embargo, ya que el delito fiscal exige que exista una cantidad defraudada de como mínimo 120.000 euros, muchos de los clientes que utilizaban este asesoramiento no han llegado a juicio.

El delito de Inmanol Arias

El actor de Cuéntame se encuentra acusado de ocultar a la fiscalía una parte de sus rentas, mayoritariamente procedentes de su actividad personal por participar como actor en la serie de Televisión Española.  De esta manera, a través de Peña, que le ofrecía transformar sus ingreso a través del uso de sociedades para transformarlos en una renta vitalicia, el actor tributaba mucho menos de lo que le correspondía. El actor llegó a defraudar una cantidad de 2,78 millones de euros, de los que ya ha abonado aproximadamente 2,34 millones.

El cabo suelto al que señaló el fiscal Tomás Herranz fue que Arias defraudaba con contratos que “no tienen ningún sentido, ni económico, ni de equilibrio entre las partes. El único sentido de esta estructura de fraude es intentar transformar una renta de actividad profesional por el trabajo como actor en una renta vitalicia pretendiendo disfrutar ilícitamente de la bonificación del 60% establecida por la norma para este tipo de rentas”, expresó el fiscal.

Otros pactos similares

Ofrecer tratos a los acusados es una maniobra que Anticorrupción realiza con cierta frecuencia en según qué casos. Esta estrategia, presenta varios beneficios: por un lado, la Fiscalía se asegura recuperar el dinero y evita posibles riesgos durante el juicio. Además, cuantos más acusados aceptan estos pacto, más mella se hace en aquellos que se resisten a llegar a un acuerdo, como es el caso de Ana Duato. Esto es ya todo un clásico de los delitos fiscales entre las personalidades: Shakira, Cristiano Ronaldo, Falcao o Di María, entre otros, son algunos nombres que buscaron condenas de conformidad antes de enfrentarse a sus respectivos juicios. También Leo Messi evitó la cárcel a través de un pacto con la Fiscalía. La Audiencia de Barcelona permitió que el exjugador del FC Barcelona sustituyera su pena impuesta de 21 meses de prisión por tres delitos contra la Hacienda Pública por una multa diaria de 400 euros por cada condena, lo que suma un total de 252 000 euros, después de que haya devuelto ya el dinero defraudado y pagado una multa.

Alguien que tampoco se ha planteado pactar con la Fiscalía es Fernando Peña. El que era asesor fiscal no sólo no se ha sentado a negociar, sino que ha acusado a la responsable de Antifraude en la Agencia Tributaria en 2016, Margarita García Valdecasas, de manipular los archivos informáticos encontrados en su despacho. Aunque existen precedentes de casos en los que acusados le ganan la batallla legal a la Fiscalía sin negociar un acuerdo previo, como ya ocurrió con el exfutbolista Xabi Alonso, no suele ser lo más común en este tipo de audiencias.