El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyo mandato se encuentra más de 4 años caducado por el bloqueo del PP contra la negociación de su renovación, se reúne este martes en un Pleno extraordinario a las 17h a petición del sector conservador para votar a sus dos candidatos al Tribunal Constitucional que tiene pendiente designar desde hace más de tres meses, una situación paralizada precisamente por los propios conservadores. Esta decisión se tomará tan solo un día después de que el órgano de garantías haya secuestrado la capacidad legislativa de las Cortes Generales suspendiendo las enmiendas del trámite para reformar las leyes que rigen su propio funcionamiento y el del Poder Judicial.

La votación de esta tramitación parlamentaria se llevó a cabo con éxito el pasado jueves en el Congreso de los Diputados, por lo que se trasladó al Senado, cuya Mesa debate este martes si lleva adelante la tramitación del resto del articulado sin las enmiendas paralizadas por el Tribunal Constitucional que modifican su propio sistema de elección para desbloquear su renovación. Es decir, el órgano de gobierno de la Cámara Alta debate si continuar con la reforma del Código Penal, que ahora solo contemplaría la derogación del delito de sedición y la modificación del de malversación.

Por ahora, en el orden del día solo constan como candidatos los magistrados del Tribunal Supremo (TS) César Tolosa y Pablo Lucas, los dos impulsados por el bloque conservador, aunque fuentes del CGPJ subrayan que hasta el mismo inicio del Pleno podrán sumarse más nombres. Por su parte, el pasado 3 de noviembre, el sector progresista ya intentó sacar adelante la renovación nombrando candidato al Tribunal Constitucional al también magistrado del TS José Manuel Bandrés, pero se encontró con la negativa de los conservadores.

Prisas del sector conservador del CGPJ ante una posible reforma

Esta reunión urgente se convocó la semana pasada a petición de nueve de los diez vocales conservadores del CGPJ, después de corregir el error formal que les señaló el presidente interino del órgano de gobierno de la judicatura, Rafael Mozo, que en un primer momento se negó a convocar el Pleno extraordinario porque estos mismos miembros no proponían ningún candidato en su petición.

Fuentes jurídicas consultadas explican que, con ese movimiento, el sector conservador pretendía forzar a sus compañeros progresistas a retirar la candidatura de Bandrés para que apoyaran a Lucas, que estaba en el primer listado de nueve aspirantes dado a conocer por los vocales progresistas el pasado mes de octubre.

Los vocales conservadores del CGPJ han dado este paso después de la reforma planteada por PSOE y Unidas Podemos, en dos enmiendas a la proposición de ley que deroga la sedición, cambiaría el sistema de elección, pasando de una mayoría de tres quintos (11 de los 18 votos en juego) a una simple, lo que desbloquearía la renovación del Tribunal Constitucional para que fueran elegidos los dos aspirantes más votados por cada bloque, en el caso del sector progresista, Bandrés.

Frente a las prisas del sector conservador del CGPJ por renovar la cuota de miembros del TC que le corresponde después de su propio bloqueo a la negociación durante más de tres meses y ante la posibilidad de una reforma legislativa que le obligue a consensuar los nombramientos con el sector progresista, la postura de este último, que hasta la reforma intentó una solución pactada dentro de lo que ordena la Constitución, pasa ahora por esperar al Pleno ordinario del 22 de diciembre en el CGPJ e, incluso, al nuevo sistema de votación cuya aprobación estaba prevista en las Cortes Generales antes del secuestro del TC de este lunes contra su capacidad legislativa.