ETA ya no está, ya no asesina pero, en la Audiencia Nacional, la mayor parte de sus miembros opinan que hay flecos por resolver, entre ellos, los 379 asuntos relacionados con la banda terroristas que siguen sin esclarecerse. Pero si hay algo que, a juicio de la mayoría queda pendiente, es el control del relato y las víctimas y su lucha por la memoria.

El fiscal Marcelo Azcarrega, sobre las 379 causas de ETA pendientes de resolver explica que “es muy complicado. El tiempo juega en nuestra contra. Desde un punto de vista procesal por la prescripción, aunque nuestra filosofía es averiguar la verdad. El derecho a averiguar la verdad, el derecho a saber lo que pasó no prescribe. Es el respeto a las víctimas, que se lo debemos. Y el tiempo porque las pruebas se van difuminando. Y los hechos más antiguos por la época en la que se producían no se tenían los medios tecnológicos que tenemos ahora”.

En cuanto al relato, Javier Zaragoza dice que hay que tener en cuenta a las víctimas, la protección y la tutela de los intereses de las víctimas. La batalla por la memoria, la reparación, el relato: que no queden ellos como héroes cuando en realidad han sido lo que son, unos asesinos que han cometido centenares de asesinatos. Que quede claro que hay unos asesinos y unas víctimas, y que la Justicia debe estar siempre del lado de las víctimas. En mi época como fiscal jefe desde 2006 hasta 2017 que me fui al Tribunal Supremo había dos puntos fundamentales: uno, el cumplimiento de la ley, y dos, proteger los derechos de las víctimas”.

El magistrado Eloy Velasco dice que “censuraría la escasez de empatía que algunos miembros siguen teniendo. Conocen y saben quiénes son los que realizaron algunas de las 300 acciones criminales con resultado de muerte y que todavía no se han resuelto, ya sea como autores, como cómplices, como encubridores o como conocedores de quienes lo han realizado, y son incapaces de hacerle el favor a las víctimas de explicarles”.

Velasco asevera que, en muchísimos de los casos los delitos han prescrito y no van a poder tener ninguna solución jurídica contra ellos. “Explicarles quién fue, por qué fue, dónde fue para que personas que igual están bebiendo vino en un mismo bar que han hecho el acto criminal sepan con quién se están tomando un vino en determinados pueblos del País Vasco. La acción principal, la muerte de personas inocentes ha cesado, pero lo efectos no han cesado. Lo mejor para entender ahora que las cosas realmente han acabado sería dares satisfacción a las víctimas de esos de más de 300 casos por esclarecer que quedaron muy marcadas porque no pudieron explicarse porqué en nombre de un conflicto alguien la tomó con su concreto familiar, cuando matando a su familiar no se cambiaba ni se arreglaba nada”.

Sobre el relato, el exjuez Baltasar Garzón dice que “hay que tener claro que no ha sido un triunfo de la izquierda aberzale ni de ETA, sino de las víctimas y de la ciudadanía española que les han permitido este debate. No obstante, el paso dado por Arnaldo Otegi (líder de Bildu) y la izquierda abertzale en el décimo aniversario al pedir perdón es sumamente importante. Tardío, pero muy trascendente”.