El Mundial soñado por Argentina se consumó el pasado domingo. Los 120 minutos de tensión dieron lugar a la euforia cuando Gonzalo Montiel anotó el penalti definitivo. Lo cierto es que la albiceleste había ganado la previa del partido en el sentido. Qatar parecía Buenos Aires. Y eso se notó también después del encuentro.

Así las cosas, y si bien la que para muchos es considerada la mejor final de la historia podría haber caído de cualquier lado, con el pitido final la Scaloneta se lanzó también a las calles. La celebración de la tercera estrella comenzó pasada las 19:00 y se ha alargado hasta altas horas de la madrugada. Como norma general, la alegría se ha quedado en eso, aunque también ha habido episodios que a nadie gusta ver.

Los incidentes más destacados han tenido lugar en Madrid y en Barcelona. En la capital, cientos de hinchas residentes en nuestro país hicieron de la céntrica Puerta del Sol su Obelisco. Allí gritaron elogios varios a Messi -quien pone el broche de oro a su carrera futbolística y se consagra como el mejor jugador de todos los tiempos- y cantaron una y otra vez el tema Muchachos, el himno que los ha acompañado en su camino a la copa.

Detenciones en Madrid y Barcelona

Con todo, en Madrid la Policía arrestó a dos aficionados que intentaban escalar el árbol que cada Navidad se sitúa al frente de la sede presidencial. La tercera detención se produjo en la calle Carretas, en medio de un altercado entre unos 1.000 seguidores y los agentes.

Por su parte, Barcelona fue testigo de robos y hurtos. Unos pocos se aprovecharon de la locura colectiva y las aglomeraciones para llevar a cabo robos y hurtos. También se produjeron algunos actos considerados de desorden público, por lo que la Guardia Urbana detuvo a cinco personas por delitos contra el patrimonio y dejó a otras dos como investigados. Por su parte, los Mossos contabilizaron a cuatro detenidos, además de la denuncia al propietario de un dron por volarlo en zona no autorizado.

Partido de infarto

La locura fue absoluta en un partido no apto para cardíacos. Todo el mundo vaticinaba un partidazo, pero no que el choque alcanzara tales niveles de infarto, menos con un 2-0 a favor del equipo de Lionel Scaloni.

La selección latinoamericana se puso con una clara ventaja al término de los primeros 45 minutos, y tenía el partido totalmente dominado. El enfrentamiento se mantuvo sin apenas sobresaltos hasta el minuto 80, cuando Kylian Mbappé anotó desde el punto de penalti. A los hombres de Messi, Di María y compañía le entraron los nervios y el crack francés cortó la música al tango argentino con un doblete. Los equipos iban a la prórroga.

En el tiempo extra, Argentina volvía a ponerse por delante con el gol del 10. Hasta eso tuvo suspense, ya que el balón traspasó la línea por pocos metros. Cuando todo parecía decidido, otra vez Mbappé. Su país creyó hasta que el Dibu Martínez se hizo gigante, primero en una parada antológica, y después, otra vez en una tanda; como contra Países Bajos en cuartos. Argentina ya tiene su tercera estrella, Messi ha tomado definitivamente el relevo a Maradona y el universo fútbol todavía sigue confiando gracias a partidos como el de ayer.