El futuro se vuelve más oscuro para el FC Barcelona. Las nuevas revelaciones estrechan paulatinamente la soga sobre los expresidentes y ex altos cargos de la entidad azulgrana. Según ha publicado el diario El Mundo, los antiguos mandatarios culés justificaban los pagos al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira como un blindaje frente a los arbitrajes favorables que, según comentaban, recibía el Real Madrid con asiduidad. “Pagamos en defensa propia”, desvelan miembros de las juntas directivas tanto de Sandro Rosell como de Josep María Bartomeu.

Los expresidentes del Barça, según estas informaciones, ocultaron a sus directivos y a buena parte de sus equipos ejecutivos estos pagos “para protegerles”. Cabe subrayar que es el argumento al que se han aferrado durante estas últimas semanas antiguos gerifaltes azulgranas cuando se les han requerido para ofrecer su versión sobre los pagos a la mano derecha de Victoriano Sánchez Arminio en el CTA. Retribuciones que, según revela El Confidencial, se perpetraron a través de siete empresas. O al menos por esa senda transitan las conclusiones extraídas por los investigadores de la Agencia Tributaria.

En cualquier caso, según los exdirectivos consultados por El Mundo, que han optado por el blindaje que ofrece el anonimato, esgrimen el motivo por el cual no se rompió antes la relación mercantil con Enríquez Negreira. El excolegiado chantajeaba de manera permanente al club con falsas acusaciones y no querían que de aquellas palabras degeneraran en un gran escándalo público.

Versiones concordantes

Las versiones de los exdirectivos riman con las que el excolegiado brindó ante la Agencia Tributaria. En ese momento, Enríquez Negreira sostuvo que el Barcelona pretendía garantizarse un estado permanente de “neutralidad” arbitral a través de la relación mercantil con el epicentro de la trama. Otros antiguos altos cargos culés como Albert Soler, en cambio, despejaron el asunto apuntando que tan solo tenían constancia de la relación del club con el hijo del exvicepresidente del CTA, Javier Negreira, quien se encargaba de los informes de equipos rivales y árbitros.

Javier diseñaba los análisis para el primer equipo y para el filial, el Barcelona ‘B’, que o bien llegaban en sobre a las oficinas del Camp Nou o bien los entregaba personalmente. Desde allí, los estudios del hijo de Enríquez Negreira se remitían a los técnicos de sendos conjuntos, con sobres identificados con las letras A y B, aludiendo a los partidos de las diferentes categorías.

El hijo del excolegiado cobraba sus emolumentos a través de una sociedad propiedad del desaparecido exdirectivo culé Josep Contreras. Hacienda dio parte de la irregularidad, aunque según El Mundo, la deuda de la empresa en cuestión se habría saldado. Javier Negreira se descargó de toda responsabilidad posando el dedo acusador sobre su padre, a quien le achaca que se truncara su carrera en el fútbol. “Me ha hundido la vida”, han destacado desde su entorno. En paralelo, eso sí, ha negado todo conocimiento en lo relativo a las actividades de su progenitor.

Cumbre Gaspart-Laporta

Los primeros indicios de la relación Negreira-FC Barcelona conducen al 2001 a través de una factura que hace indicar que este vínculo se inició en la etapa de José Luis Núñez. Su etapa concluyó con la llegada a la cúspide culé del empresario Joan Gaspart, quien en 2003 fue destronado por el actual presidente azulgrana, Joan Laporta. Este último se enfrentó a sus predecesores cuando encabezaba el movimiento de oposición Elefant Blau, altavoz desde donde prometió que “levantaría las alfombras” del club.

Sin embargo, esa oposición se tradujo en una extraña sociedad con su inmediato precursor, debido al peso que tendría Gaspart en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de Ángel María Villar. Tras su derrota en las elecciones, ambos se citaron en el hotel Avenida Palace de Barcelona, donde charlaron durante horas y convergieron en la necesidad de que el club no debería perder el peso federativo que había adquirido. En ese mismo año (2004), Joan Gaspart fue designado como vicepresidente de asuntos institucionales e internacionales de la Federación.

Siete sociedades

A través de una maraña empresarial conformada por hasta siete mercantiles, el FC Barcelona canalizaba los más de siete millones que abonó a Enríquez Negreira y a su hijo, según destapa El Confidencial. Estas sociedades se descubrieron al escudriñar los movimientos contables de la entidad blaugrana. Cuatro de ellas ya se conocen: Dasnil 95 SL y Nisdal SCP, controladas en exclusiva por Negreira; Soccercam SLU, de su hijo, y Tresep 2014 SL, propiedad de Josep Contreras, y con la que se triangularon pagos a Soccercam SLU para esconder el vínculo del Barça con los Negreira.

Sin embargo, durante las investigaciones se han hallado otras tres nuevas compañías. Una de ellas también estaba bajo cuerda del hijo de Enríquez Negreira. La mercantil Estudio ATD, una sociedad constituida como civil privada en enero de 2012 y que está domiciliada en un chalet de Esplugues de Llobregat, a media hora andando del Camp Nou. Según El Confidencial, en el Registro Mercantil aparece aún como operativa y su razón de ser es la realización de “servicios de apoyo a empresas”. Las pesquisas apuntan a que Javier la utilizó entre los años 2013 y 2016 para cobrar de la entidad catalana por los presuntos informes. Estas revelaciones señalan que en Estudio ATD había un montante cercano a 200.000 euros que no se ha computado todavía.

Los investigadores creen que Estudio ATD no cobraba directamente del Barcelona, sino que recibía dinero a través de sociedades pantallas gestionadas por Contreras, mismo modus operandi que Soccercam hacía con Tresep. La reconstrucción del operativo ha puesto sobre la pista de otras dos sociedades del exdirectivo del Barça destinadas a camuflar pagos. Son las empresas Best Norton SL y Radamanto SL, hasta ahora inéditas.

La primera de estas sociedades se creó en noviembre de 2009, con sede en la calle Córcega de Barcelona. A priori, se orientaba a la “compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta propia”. Hasta el año 2010, aparecía como administrador único Raúl Pons Santaclara, testaferro profesional dedicado a la creación de empresas limitadas. Desde ese año, el abogado José María Molinario Valls, del círculo de confianza de Contreras, se hizo con las riendas de la sociedad, que no ha registrado más actividad desde junio de 2019.

La otra empresa es Radamanto SL, gestada en marzo de 2011 y con objeto social la “intermediación en operaciones con valores y otros activos”. Su sede social se sitúa en el primer piso del 173 de la Vía Augusta de Barcelona y Alejandro Guevara Alfara, gestor de agencias inmobiliarias, figura como administrador único de la sociedad, al menos desde junio de 2019. Con anterioridad, la titularidad recayó sobre José Moreno Medrano, Jorge Salinas Pérez y, de nuevo, Molinario Valls. Según el registro, no se han detectado movimientos desde hace cuatro años.

Estos hallazgos forzarán a dilatar el ámbito de la investigación, además de ampliar los interrogatorios a otros nombres. De hecho, la Agencia Tributaria puso el foco en el dinero que Negreira retiró en efectivo de su cuenta personal y de la controlada por Dasnil 95 por razones desconocidas hasta la fecha. Los investigadores creen que esos fondos los destinó al pago de terceros.