"A Francisco Franco Bahamonde lo quieren sacar violentamente de su tumba para enterrarlo en el cementerio de Mingo Rubio, donde estaría a merced de poder ser vulnerada su tumba y hacer barbaridades con sus restos [...] Por ello, el motivo de esta carga es rogarle a S.S. que siendo Franco portador de una distinción católica, que pocos han conseguido en el mundo, ruego intervenga S.S para que no sea profanada su tumba del Santuario del Valle de los Caídos". 

Quien firma esta misiva es nada más y nada menos que Antonio Tejero, el mismo que asaltó a punta de pistola el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981. Y el destinatario es nada más y nada menos que el Papa Francisco. Una carta a la que ha tenido acceso 'El Independiente', y en la que se como se puede apreciar, el ex teniente coronel -se presenta a sí mismo como un hombre de "87 años de edad, casado y padre de 6 hijos"- ruega al pontífice que frente la exhumación del dictador. 

En la misiva, escrita en español porque es la lengua de "juventud" del Papa Francisco y "la apropiada para hablar con Dios", no faltan alabanzas a Franco. "Es el hombre que liberó a España de la barbarie comunista que había cometido los mayores crímenes contra la Iglesia Católica y sus componentes [...] fue el artífice de su reconstrucción (la de España) total tanto física como espiritual", escribe Tejero, además de repasar distintas condecoraciones que se le han concedido al dictador.

Asimismo, el ex teniente coronel acusa a todos los que han promovido la exhumación de Franco, es decir, los tres poderes del Estado, de actuar "guiados por el odio a Dios y a España" a los que "les molesta e intentan destruir todo lo sagrado". 

"Todos los españoles de fe esperamos y suplicamos ansiosos la ayuda de S.S. a quien deseamos muchos años de Pontificado, termina la carta Tejero.