En la novena jornada de huelga indefinida del sector del taxi, los taxistas siguen intentando conseguir un trato con la Administración que limite la capacidad de actuación del servicio de alquiler de vehículos con conductor (VTC). Al igual que se produjera en Cataluña, los taxistas madrileños buscan que estos servicios tengan que ser precontratados con un mínimo de 15 minutos -extensible a una hora dependiendo del lugar en el que operen-.

Sin embargo, las conversaciones con Ángel Garrido, presidente popular de la Comunidad de Madrid, siguen tan enquistadas como al principio. Este martes, el sector se ha trasladado a la madrileña Puerta del Sol y al grito de “Garrido dimisión” han escenificado, un día más, el descontento generalizado con la Administración.

Los partidarios de la liberalización del sector instan a los taxistas a informatizar sus servicios, tal y como hacen Uber y Cabify, adaptándose así a los nuevos tiempos. Sin embargo, otros creen que el servicio del taxi debe ampararse y protegerse frente a la intrusión de los coches privados con conductor.

Uno de los manifestantes de las protestas de Sol, que había trabajado previamente como autónomo para Cabify, declaraba: “Esta gente tiene sus razones. Los culpables de todo son las autoridades. Cabify ya arrancó mediante unas prácticas ilegales: en el año 2015 una VTC no podía salir libremente circulando por Madrid. Tenía que estar dentro de una base y salir cuando tenía un servicio contratado con previa antelación. Ellos daban clases para engañar a la Policía con una hoja de ruta falsa”.