Los datos de delincuencia en Madrid han subido un 5,4% en este último año, según el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, en el que se destaca la importante subida de delitos contra la libertad sexual, tráfico de drogas y robos con violencia e intimidación.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, vinculó en su momento la existencia de Madrid Central con el aumento de la delincuencia en el centro de la capital.

“No dispongo de los datos que lo puedan demostrar, pero es cierto que algunos vecinos nos han manifestado que pueden tener una sensación de inseguridad, a consecuencia de que haya menos gente en las calles por la entra en vigor de Madrid Central. Ya no acude al centro tanta gente”, afirmó el alcalde de la capital.

Estas declaraciones fueron muy polémicas y objeto de muchas críticas por relacionar el índice de criminalidad e inseguridad con la popular medida de la entonces alcaldesa Manuela Carmena.

Tiempo más tarde, Almeida rectificó ante los medios: “Madrid es una ciudad tremendamente segura, hay pocas capitales del mundo que tengan los estándares de seguridad que tiene esta ciudad”. “Hay pocas capitales en las que los ciudadanos nos podamos sentir tan seguros en nuestra vida ordinaria y, al margen de otro tipo de debates, es con lo que nos tenemos que quedad”, concluyó.

Pese a esta afirmación, el índice se ha disparado en su mandato. La tendencia ascendente de los últimos años se ha visto incrementada, hasta llegar a doblar la cifra del año anterior. En total, Policía y Guardia Civil detectaron un total de 252.873 infracciones penales, más de la mitad del conjunto de la comunidad. El único dato positivo que arrojan los datos es que ha habido cuatro asesinatos menos que el año pasado. De los veinte registrados en 2019 se ha pasado a 16. 

La seguridad de los madrileños fue puesta en cuarenta tanto por PP y Ciudadanos como por Vox. Con la estigmatización de la inmigración por bandera, el Consistorio destinó agentes antidisturbios especializados en altercados a combatir la inseguridad de barrios como Bellas Vistas, Monte Igueldo y Lavapiés.

Los datos que revela el Ministerio del Interior evidencian que el Ayuntamiento no está haciendo todo lo posible para reducir el índice de criminalidad. Vox, socio necesario para que los intereses de la derecha primen en la ciudad, puso todo el foco en la inmigración. Rocío Monasterio, portavoz de la ultraderecha en la Asamblea de Madrid, arremetió contra los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) y criticó su actitud afirmando que “habían sido detenidos más de medio millar en el centro de Madrid por atracos y problemas de convivencia”.

Lo que llama la atención es que el índice de criminalidad sigue creciendo en una ciudad que el alcalde considera “segura”, algo que los datos no confirman. Y lo más alarmante es el tráfico de drogas que hay en la capital. Es el delito que más ha subido. Se han registrado un total de 1.839 infracciones, un 25.4% más que el año anterior.