Colectivos ciudadanos intentaron el pasado sábado pintar un mural en honor a la maestra Justa Freire, educadora “totalmente comprometida con la paz, los Derechos Humanos y que lideró la acción en zonas desfavorecidas”, tal y como afirmaba la portavoz de Comisiones Obreras (CCOO) Educación, Isabel Galvín, a ElPlural.com

El acto se enmarcaba dentro de una nueva campaña llevada a cabo para volver a pedir que el Ayuntamiento de Madrid cambie el callejero de la ciudad en aquellos lugares en los que -como en este caso donde la calle se llama ahora General Millán Astray -figuran nombres asociados al régimen franquista o nazi.

Alberto Pérez, portavoz de la Plataforma por la Calle ‘Maestra Justa Freire’ lamenta que no se les haya permitido “dar una proyección un poquito más estética y decorativa a la fachada. “Es cierto que no teníamos autorización, pero tampoco te suelen poner pegas, entendíamos que era una forma de decentarlo”, sostiene, ya que el transformador de luz está lleno de garabatos.

Imagen facilitada por CCOO
Imagen facilitada por CCOO
 

Pérez cuenta que en “apenas cinco minutos” la Policía se personó en el lugar y les pidió que se fueran: “Hubo algún comentario en la línea ‘menos mal que era esto lo que estaban pintando, pensábamos que era un mensaje antifascista’.

El representante de la Plataforma sostiene que, a pesar de que contaban incluso con un grafitero para realizar bien el trabajo decidieron “no seguir con la asamblea” que habían organizado -también estuvieron repartiendo información entre los vecinos- y que “no volverían a pintar otro día”. “Si es otra pintura igual no hay problema, pero como es una maestra cuyo nombre se puso después de la comisión extra de memoria histórica…”, desliza.

Nos sentimos un poco mal, porque habíamos contratado a un chico que era artista para mejorarlo y nos hemos quedado un poco con las ganas”, concluye.

“Es muy lamentable”

En una conversación previa al suceso, Galvín sostenía que el hecho de devolver los nombres que el equipo de la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, otorgó al callejero de Madrid es una cuestión necesaria para “devolver la dignidad” a Madrid. En una línea similar, Pérez sostiene que los madrileños “no se merecen esto”.

Desde la oposición, Ramón Espinar, portavoz del PSOE en materia de memoria democrática asegura que es “muy lamentable que el Ayuntamiento de Almeida y Villacís siga reconociéndole los honores a figuras destacadas del Régimen”.

“Ellos lo justifican todo en las sentencias que ha habido por parte del Tribunal Superior de Justicia, donde consideran que no está ajustado a la ley de memoria histórica el cambio de algunas de las calles que se produjo a solicitud del comisionado”, dicta a este medio, para señalar después que el grupos socialista lo ha “intentado arreglar” porque la sentencia “pudo haber sido recurrida al Tribunal Supremo” y el consistorio “decidió no hacerlo”.

Además de esto, cuenta que había otra forma de impedir que las calles volvieran a la denominación franquista: “Pasaba por realizar el cambio de nominación en función de lo que la propia ordenanza contempla como causas que se pueden plantear”. “El propio Ayuntamiento ha utilizado esta figura para cambiar el nombre de una glorieta en Fuencarral que se llamaba Pradera del Saceral y pasó a llamarse Torcuato Fernández-Miranda. Así que se puede cambiar si el Ayuntamiento así lo decide”, asegura.

Vox, PP y Ciudadanos rechazaron nuestra iniciativa para que recurriera la sentencia. Lo que quiere el Ayuntamiento es la denominación franquista de estas calles”, lamenta.

Así las cosas, las calles que CCOO y otras asociaciones piden cambiar son las siguientes:

  • Maestra Justa Freire en lugar de Gral. Millán Astray
  • Institución Libre de Enseñanza en lugar de Hermanos García Noblejas 
  • Barco Sinaia en lugar de Crucero Baleares 
  • Ramón Gaya en lugar de Cirilo Martín 
  • José Rizal en lugar de El Algabeño 
  • Memorial 11 de marzo de 2004 en lugar de Caídos de la División Azul