Aproximadamente dos tercios del crecimiento económico registrado en Europa en las últimas décadas ha sido consecuencia de la innovación. Con solo un 7% de la población mundial, Europa representa un 20% del total de inversión en I+D, es responsable de un tercio de las publicaciones científicas de alta calidad y ostenta el liderazgo mundial en sectores industriales como el farmacéutico, el químico, la ingeniería mecánica y la moda. Europa también destaca en las ayudas a la innovación mediante tecnologías facilitadoras esenciales, como la fotónica y la biotecnología.

Sin embargo, a pesar de que cuenta con investigadores, empresarios y compañías de primer nivel, es necesario mejorar los resultados en materia de investigación e innovación a través de partenariados para superar los numerosos retos futuros y para que conserve su lugar en un mundo en rápida evolución.

Los partenariados pueden ser de diferentes tipos, desde el trabajo en red a la cooperación pasando por la coordinación y la colaboración. Los recursos aportados por los socios pueden ser tanto productos, equipos o servicios (provisión de fondos, de salud, de aseguramiento) como experiencias en diferentes áreas de la asistencia y la promoción de la salud. Según Manuel Vilches, director general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), “el modelo de gestión del emprendimiento privado en sanidad y su capacidad de adaptación a circunstancias cambiantes aporta importantes ventajas a este modelo. Su flexibilidad, los menores costes administrativos y de transacción, la agilidad a la hora de establecer prioridades en las compras y en las inversiones son otros aspectos que hacen del sector privado un ámbito propicio para proyectos colaborativos y de partenariado”.

Así lo ha asegurado durante su intervención en la mesa Partenariado por la innovación celebrada en el marco de los cursos de verano de El Escorial organizados por la Universidad Complutense de Madrid, donde ha incidido en la apuesta decidida del sector por la mejora de la calidad, la seguridad, los resultados de salud y la experiencia de paciente. 

El partenariado como forma de mejorar la innovación

Son muchas las organizaciones en general y las sanitarias en particular que desarrollan acciones colaborativas para innovar en salud. Uno de los ejemplos es el consorcio EIT Health que cuenta con la participación de 50 partners principales y 90 partners asociados procedentes de 14 países de la Unión Europea. Este consorcio busca acelerar la entrada en el mercado de productos y servicios de base tecnológica y crear nuevas oportunidades de negocio en el ámbito de la innovación y el emprendimiento para contribuir a la competitividad de Europa, a su crecimiento económico sostenible y a la creación de empleo mediante el fomento y el refuerzo de las sinergias y la cooperación entre empresas, instituciones de enseñanza y organizaciones de investigación.

En esta línea, el director general de IDIS hizo hincapié en que “en Europa podemos encontrar proyectos colaborativos y de partenariado muy ambiciosos relacionados con el análisis masivo de fuentes y datos en los que participan empresas privadas del ámbito de la salud en su más amplio sentido”. Por ejemplo, el Proyecto Harmony en procesos hematooncológicos, el proyecto Mopead en Alzheimer, proyecto Facet enfocado a la detección, prevención y gestión de la fragilidad, proyecto SwitHome para la creación de una herramienta que permita la rehabilitación en el hogar de pacientes que han sufrido un ictus.

Asimismo destacan otros como Back-UP cuyo objetivo es crear modelos predictivos para la prognosis del lumbago, Paphos para crear una plataforma que genere modelos computacionales predictivos para mejorar el tratamiento de pacientes con EPOC y Asma y el Hexin en Galicia, una plataforma que permite la explotación de información clínica disponible en los sistemas existentes con el propósito de facilitar la toma de decisiones clínicas, proporcionar información para la identificación y clasificación de casos de epidemiología, proporcionar información de gestión.

El sector sanitario privado apuesta por la innovación, un aspecto clave para alcanzar la sostenibilidad, entendida ésta no solo como innovación farmacológica, biotecnológica o tecnológica, sino también en los procesos de gestión, fomentando la eficiencia, la corresponsabilización de todos los agentes y la evaluación de resultados en salud.

La tecnología de última generación es un aspecto clave para realizar proyectos colaborativos. De hecho, la previsión del mercado tecnológico para el 2022 espera la introducción de nuevas tecnologías en el diagnóstico por imagen, la cardiología, oftalmología, la administración de fármacos o el diagnóstico in vitro, entre otros. Por este motivo, el director general de IDIS considera  quees necesario trabajar en equipo y contar con una visión compartida en tecnología y partenariado que sea capaz de aunar en una misma estrategia los intereses de todas las partes y que garanticen el acceso de la innovación al sistema sanitario nacional, tanto público como privado”.