El Gobierno está analizando todas las medidas necesarias para que haya una correcta vuelta a las clases dentro de tres semanas.

El Ministerio de Educación está tratando de adecuar las normas para que no se puedan producir rebrotes. Las nuevas restricciones que se han puesto en marcha en toda España seguirían la línea de las educativas.

Las medidas que se habían establecido para la vuelta a las clases del próximo mes de septiembre no contaban con el aumento de contagiados que España está viviendo en las últimas semanas. Por ello, la ministra de Educación, Isabel Celaá, está trabajando para adoptar una serie de recomendaciones para tratar de evitar brotes en las escuelas.

Tal y como revela El Mundo, los estudiantes deberán portar la mascarilla en todo momento y de forma obligatoria. A pesar de ello, los grupos de Infantil y Primaria podrían estar exentos.

Hay una contradicción y es que mientras en la calle se prohíbe la reunión de más de 10 personas, las clases permiten que los 25 o 30 niños puedan compartir la misma clase durante muchas horas. A razón de tal medida se tratará de dividir los grupos de enseñanza, mezclando clases presenciales con clases telemáticas, sobre todo en alumnos mayores.

En una entrevista a El Mundo, el presidente de Aragón, Javier Lambán, aseguró que se trataría de establecer un plan con el que se podría avanzar en la enseñanza telemática.

Las medidas que el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Educación acordaron en junio parecen necesitar algún tipo de cambio con el aumento de los casos. Entre ambos tratarán de conseguir un plan que sirva para proteger a los alumnos y profesores.

En referencia a ello, el director del CCAES, Fernando Simón, señaló que ambos ministerios están trabajando juntos en “un protocolo común de actuación”. El objetivo es garantizar la seguridad de los escolares y ello necesitará “una propuesta que será aplicable cuando empiecen las clases en septiembre”, tal y como revela el experto.

Simón advirtió que los niños “no pueden estar en grupos de 50” y señaló que, ante la inquietud de miles de familias por saber el futuro escolar de sus hijos, que “las consejerías de ambos ministerios tienen que trabajar, están en ello”.