La crisis del coronavirus ha pasado factura en todos los sectores, siendo el universitario uno de los más afectados. Algunos alumnos no solo han visto mermada la continuidad de sus clases por culpa de la pandemia, sino que han salido perjudicados también en el ámbito extraescolar.

De esta manera, muchos de los estudiantes que residían en un colegio mayor o residencia de Madrid durante el curso volvieron a su vivienda habitual antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma. Algunos de ellos han seguido pagando la estancia durante los meses de confinamiento, a pesar de no haberse beneficiado de ninguna de sus instalaciones.

¿Qué han hecho las residencias?

Entre los centros que han llevado a cabo esta práctica se encuentra la residencia El Bosque, de Villaviciosa de Odón. Hablamos con su director Fernando Sánchez, quien se refiere a una rebaja del 67% sobre los alumnos durante los meses de confinamiento: “Nosotros tenemos un contrato durante los diez meses que damos servicio y lo que hemos hecho ha sido llegar a un acuerdo con los padres para reducirles en un 67% el precio de la cuota, facturando únicamente un 33%”. Asimismo, añade que a estos “les ha parecido bien” y le han estado “muy agradecidos por el descuento”.

La bajada se hizo sobre los alumnos que se fueron, ya que la residencia cerró: “Desde que se decretó el estado de alarma aquí no quedó nadie, salvo un chico italiano, que se fue a los 15 días y ha vuelto ahora en junio”, añade el director de El Bosque. “Hemos perdido todos con la pandemia”, lamenta.

Hay alumnos como Jaime.L que han padecido las consecuencias a la vuelta. Estudiante de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Jaime volvió a su vivienda habitual en Toledo antes del cierre de fronteras. Su residencia (cuyo nombre ha preferido no decir) no le ha cobrado los meses de marzo, abril y mayo, pero le ha informado recientemente de una subida de la cuota mensual: “Antes pagábamos 630 al mes y ahora pagamos 690”, señala en declaraciones a El Plural.

Asímismo, aunque mantiene que se trata de un precio asequible en relación con los servicios que ofrece, reconoce que “nadie esperaba una subida tan alta”: “Puedo llegar a entenderlo en el sentido de que han estado parados un tiempo y tienen que recuperar ese dinero. Además, este año van a meter a menos gente en la residencia, pero aun así me ha sorprendido la subida, que ha pasado de ser 30 a ser 60 euros…”, concluye.

¿Es legal cobrar durante el confinamiento las cuotas (aunque sea una parte)?

Hay que decir que también hay residencias que no pasaron ningún recibo a los alumnos que se fueron de Madrid.

Belén Carrión, directora de la residencia Urban Madrid, y Horacio Sasian, propietario de este centro, indican que ellos paralizaron “totalmente” los pagos durante el mes de marzo. Asesorados por su gabinete jurídico, ambos califican de “ilegal” cobrar estas cuotas (rebajadas o no) a los alumnos: “Nos dijeron que no era legal seguir cobrando en el momento que las universidades cerraban y los alumnos dejaban de beneficiarse de esta actividad, que estaba prohibido. En nuestro caso, incluso, devolvimos las mensualidades a los padres que se las habíamos cobrado”.

En este sentido, las residencias de estudiantes que han seguido pasando recibos se aferran a un contrato legal que ambas partes firman al comienzo del curso y que comprende el pago de las cuotas de junio a septiembre (lo que dura un curso lectivo).

También critican el vacío legal existente en el Real Decreto-Ley de marzo, ya que se rigen por el mismo convenio de los hoteles, pero, a diferencia de estos, les permiten seguir con su actividad.

¿Cómo lo han gestionado los colegios mayores?

El presidente de los colegios mayores de Madrid y director del Colegio Mayor de Alcalá, Gabriel Beltrán, defiende que el 94% de las plazas no se han cobrado durante el confinamiento.

Asímismo, ha querido diferenciar entre ambos centros: “Una vez más se pone de manifiesto la diferencia entre nosotros, que funcionamos sin ánimo de lucro, y las residencias que buscan, siendo algo legítimo, un beneficio”, esclarece en declaraciones a este medio.

En este sentido, ha destacado que ellos “han permanecido abiertos durante el confinamiento para aquellos estudiantes que no podían regresar a sus lugares de origen porque conllevaba un riesgo”.

En la misma línea, el director del Colegio Mayor Chaminade y presidente del consejo de colegios mayores de España, Juan Muñoz, indica: “Somos centros educativos sin ánimo de lucro e instituciones reconocidas en la Ley Universitaria. Frente a este planteamiento está el de las residencias universitarias, que básicamente lo que tienen es un negocio de hostelería. Es un hotel para estudiantes”.  En su caso afirman que no cobraron “a nadie” y que el colegio “se quedó vacío”, aunque ellos siguieron operando “salvo en Semana Santa”.

Muñoz insta que el 80% de los colegios mayores no han cobrado las cuotas durante el confinamiento, y que quienes las cobraron las devolvieron una vez finalizado el estado de alarma.

Aunque reconoce que hay otros centros que no han devuelto la totalidad de los ingresos del alumno, sino “en función de sus circunstancias”, con las que se ha referido directamente a los gastos fijos.

¿Qué hay de los pisos de estudiantes?

La Covid-19 también ha generado controversia entre los estudiantes que se alojan en piso.

Así, Mario Gómez, originario de Albacete y residente en Madrid, es uno de los alumnos que ha seguido pagando piso durante el confinamiento a pesar de no residir en él: “Durante los meses del confinamiento nos hicieron pagar la mitad y ahora en junio ya hemos pagado la mensualidad normal”, declara.

No solo los estudiantes madrileños se han visto afectados económicamente por la crisis sanitaria. Fuera de la capital, E.V. (Palencia) tiene un piso alquilado en Soria en el que se aloja durante el curso. Esta joven lamenta que su casero solamente le haya rebajado unos 250 euros durante el mes de abril y nada en mayo y junio: “De normal pagamos 750 euros más gastos de luz, agua y wifi, y el mes que nos lo rebajó pagamos 500 euros más gastos”, indica.

¿Se puede reclamar?

Desde FACUA, el abogado y miembro de la junta directiva, Miguel Ángel Serrano, nos cuenta que aunque no hay ninguna norma que diga expresamente que no se pueden cobrar los recibos en estas circunstancias “la regulación general de los contratos y la jurisprudencia que existe facultarían para que el usuario pudiera resolver el contrato sin penalización ninguna”.

Serrano  explica que esta es la teoría general y el punto en el que se encuentra FACUA, pero aclara que luego habría que analizar cada caso concreto: la utilización o no de los servicios, las condiciones pactadas por ambas partes, etc.

En el caso de los pisos de estudiantes dice, sucede exactamente lo mismo: “Siempre que quede claro que se está recibiendo el piso de alquiler durante el curso académico y se de una circunstancia sobrevenida que impida disfrutar de él, la situación podría saldarse sin ninguna penalización para el consumidor”.

Con todo y con eso, Serrano señala que también en este caso habría que estudiar todas las circunstancias.