Salvador Puig Antich, el joven anarquista que fue el último condenado a garrote vil en España ha sido uno de los protagonistas en el Debate del Estado de la Nación mientras las formaciones se referían a la Ley de Memoria Democrática. Mientras una diputada ERC, Carolina Telechea, citaba la carta que el joven le escribió a su hermano, Quim, con motivo de la sentencia de muerte, un diputado de Vox, Francisco José Contreras, le reprochaba que fue fue ejecutado por haber matado a un policía y no por ser anarquista. Las palabras del diputado de Vox han provocado que los miembros de ERC, Bildu y Más País abandonaran el hemiciclo ¿Pero quién fue Salvador Puig Antich?

Puig Antich entró a formar parte de la historia por ser el último ajusticiado a garrote vil durante el franquismo. Este joven, anarquista y antifascista, fue ejecutado, con tan solo 25 años, el 2 de marzo de 1974. Puig Antich había sido detenido el 25 de septiembre de 1973. Fue acusado del homicidio del subinspector del Cuerpo General de la Policía, Francisco Anguas, quien murió durante un tiroteo que se produjo, en el trancurso del operativo policial desplegado para la detención de Puig Antic y de otros miembros del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL). Su muerte fue la última con garrote vil, aunque esa misma mañana, junto a Salvador, también fue ajusticiado otro preso común, Heinz Chez (Georg Michael Welzel).

Dos hechos clave para Puig Antich

El joven anarquista era hijo de un militante de Acció Catalana que tuvo que huir a Francia durante la República. Un exiliado en el país galo que, como tantos otros republicanos, acabó en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer. A su vuelta, el padre de Salvador fue condenado a muerte, aunque, posteriormente, le fue conmutada la pena.

Mientras estudiaba el bachillerato fue cuando hizo los amigos que lo implicaron en política y en el MIL. Pero fueron dos hechos concretos los que le llevaron a formar parte activa de la misma: el mayo del 68 francés, y la muerte de un estudiante, Enrique Ruano, en la Dirección General de Seguridad.

La Policía buscaba al joven desde marzo del 73, después de que un empleado del Banco Hispanoamericano de la ciudad condal resultara herido de gravedad durante un atraco perpetrado por Salvador Puig Antich y sus compañeros del MIL, Jean-Marc Rouillan, Josep Lluís Pons Llovet y Jordi Solé Sugranyes. De hecho, el fallido atraco llevó a que, desde Francia, se decidiera disolver el MIL, aunque estos jóvenes decidieron seguir adelante con su lucha por su cuenta.

La detención

En septiembre fue el último atraco del MIL. Los integrantes del grupo se separaron. La Guardia Civil detuvo a Oriol Solé y Pons. Jordi Solé consiguió escapar hasta Francia. Pero Santi Soler y la novia de Pons fueron detenidos y, Soler torturado hasta que confesó que tenía una reunión Xavier Garriga. La Policía preparó el dispositivo para la detención, pero en la reunión también apareció Salvador Puig Antich. Los policías trataron de detenerlos, y se produjo una persecución que terminó a tiros con el joven anarquista malherido y el policía muerto.

Puig Antic fue juzgado por el Código Militar y condenado a muerte, pero su condena desató una riada de peticiones de indulto que iban desde la Santa Sede a colectivos de derechos humanos y mandatarios extranjeros, como el caciller alemán, Willy Brandt. Pese a las manifestaciones que trataron de impedir la muerte, el franquismo no tuvo piedad, y el 2 de marzo de 1974 fue ajusticiado.