Desde 2020, la Supercopa de España se disputa en Arabia Saudí. Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), estampó su firma en el contrato con Arabia Saudí, que arrojaba una comisión de 24 millones de euros en comisiones para Gerard Piqué. El torneo estuvo a punto de disputarse en Qatar, pero el capitán azulgrana presionó al rector del ente federativo para rechazar la suculenta oferta de Doha -exenta de prima para el jugador- y decantarse por Riad.

Hasta este momento no había trascendido la existencia de un precontrato con Qatar. Sin embargo, El Confidencial ha publicado este miércoles el citado documento, horas antes de que Luis Rubiales ofrezca su versión ante los medios tras varios días de mutismo. El acuerdo alcanzado con el Doha ahoga en un mar de incertidumbre los motivos reales que empujaron al presidente de la RFEF a que rechazara esta oferta para favorecer la obtenida en colaboración con Piqué.

El acuerdo final con Arabia Saudí, que data del 11 de septiembre y se anunció semanas más tarde, cuenta con una vigencia de seis temporadas. Las negociaciones con Riad arrojan unos ingresos de 40 millones de euros limpios por temporada al órgano rector del fútbol español. Una cifra considerable que no sólo le vale a la RFEF como argumento para justificar la operación, sino que a su vez dispara el salario variable -en función de ingresos- que percibe Luis Rubiales.

El régimen saudí se guardó un as en la manga e introdujo una cláusula en forma de penalización si Real Madrid o FC Barcelona no se clasificaban para el torneo, menoscabando, a ojos de la opinión pública, la honorabilidad y honestidad de la Liga y de la Copa del Rey. En caso de que los dos titanes del fútbol español se quedaran fuera, el régimen saudí pagaría 30 millones, y no 40, a la RFEF. Por no mencionar el reparto desigual de ingresos. Mientras merengues y blaugranas se embolsan una cifra fija de seis millones por participar, otros equipos apenas perciben 750.000 euros.

Una oferta mejor que se va al limbo

Apenas 21 días antes de rubricar el acuerdo con Arabia Saudí, otra operación de idéntica finalidad -sacar la Supercopa de España del país- se cocinaba a fuego lento en las oficinas de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid). El 23 de agosto de 2019, el órgano que rige el balompié español logró un pacto similar con la Asociación de Fútbol de Qatar para celebrar el torneo en Doha. Las negociaciones entre ambas partes dejaron unas condiciones más suculentas para la Federación, pero el contrato nunca llegó a materializarse.

El precontrato consta de 21 páginas y lleva las firmas del secretario general de la federación catarí, Mansoor Al-Ansari, y su homólogo en el organismo español, Andreu Camps, número dos de Luis Rubiales. El contrato trasladaba la Supercopa a Doha por los próximos seis años, como el de Riad, pero Qatar ofrecía 33 millones de euros por cada una de las ediciones, así como la emisión de los partidos a través de Bien, su televisión estatal.

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La cuantía que hubiese percibido la RFEF era levemente inferior a la que recibe Arabia Saudí. No obstante, los cataríes no incluían ninguna penalización en el caso de que Real Madrid y Barcelona no se clasificaran para la final four. Así las cosas, el salario variable de Rubiales no dependería directamente de los dos titanes españoles.

La federación catarí no sólo aseguró los 33 millones fijo, sino que incluyó un incremento anual del 3% a partir de la cuarta temporada. Por tanto, el precio inicial se incrementaría hasta los 36 millones de euros. Todo ello sin la necesidad de la intermediación de Gerard Piqué. Es más, tampoco hubo un agente externo que intercediera entre ambas partes, por lo que no hubo comisiones a terceros, como sí ocurre con Arabia Saudí.

Piqué presionó

La RFEF estuvo a punto de dar luz verde al acuerdo con Qatar, pero Gerard Piqué intervino. El capitán azulgrana presionó a Luis Rubiales para que aceptara la alternativa saudí, tal y como se recoge en los audios publicados por El Confidencial del lunes.

"Rubi, entiendo perfectamente tu postura, pero piénsalo por un momento. Si tú ahora... todo el mundo sabe ya... era un rumor que íbamos a Arabia Saudí. Si ahora cambias y te vas a otro sitio simplemente por el hecho de que esta gente se ha enterado de esto, lo van a utilizar en tu contra. Van a decir que te ibas a ir a Arabia Saudí, ibais a hacer esto y como os han cogido, pues ahora cambiáis de sitio (…) Yo lo valoraría, porque es que de esta manera demuestras que tú no estabas haciendo nada incorrecto, ¿entiendes? Y además, vas con la misma gente y con el mismo precio, etcétera, etcétera. Y puedes decir: 'No, no, estabais equivocados. Esto es mentira, lo que estáis diciendo'. Por eso, que, hostia, dale una vuelta. Tenemos hasta el 8 para hablarlo y lo pensamos. ¿Vale? No perdemos nada en eso", argumentó Piqué ante el rector del fútbol español.

Finalmente, Rubiales cedió a las presiones del culé y en un anexo secreto estampó su firma, obligando a Riad a pagar a la empresa de Piqué, Kosmos Holding, por su intermediación. Cuatro semanas después de sellar el acuerdo, Luis Rubiales oficializó la operación, pero esquivando los detalles más profundos de la misma.