Román Cuesta, periodista e investigador de Diario Red conocido por destapar a acosadores digitales de ultraderecha, fue agredido este miércoles por tres individuos frente a su domicilio. El ataque ha sido confirmado por Pablo Iglesias, director de Canal Red, quien denunció en redes sociales la violencia ejercida contra el periodismo de izquierdas.

“Román lleva tiempo haciendo periodismo para desenmascarar a esta gentuza. Espero que sean detenidos de inmediato. Basta de violencia ultra contra el periodismo de izquierdas”, escribió Iglesias en su cuenta de X, donde la noticia rápidamente generó reacciones de apoyo y muestras de preocupación por la seguridad del periodista.

"Acaban de presentarse 3 fascistas a la puerta de casa a agredirme, les ha salido mal la cosa y solo han podido rociarme con un spray de gas pimienta. Ni pa matones valen. Lo han grabado en video, pero no lo colgarán. No les va a dar puntos que vean como salen corriendo como cobardes", escribió, por su parte, el propio Cuesta en un tuit que se ha llenado de mensajes de ánimo.

Un trabajo incómodo para la ultraderecha

Cuesta se ha convertido en uno de los nombres más reconocibles del periodismo de investigación en el ámbito digital. En Diario Red ha dedicado su labor a identificar y documentar las redes de odio que operan desde el anonimato, rastreando perfiles que organizan campañas de acoso contra periodistas, activistas y cargos públicos de ideología progresista. Su trabajo ha puesto en evidencia los vínculos de estos acosadores con movimientos políticos de ultraderecha, lo que le ha situado en el centro de numerosas campañas de hostigamiento personal.

En entrevistas recientes, el periodista había reconocido haber recibido amenazas y advertencias por parte de estos grupos. Pese a ello, defendió siempre la necesidad de exponer públicamente estas dinámicas, que, según sostiene, buscan normalizar la violencia política y el miedo en las redes sociales.

Aunque por el momento no han trascendido detalles oficiales sobre la identidad de los agresores ni sobre el estado de Cuesta tras el ataque, el incidente ha sido interpretado como un intento de intimidación con un claro trasfondo político. El entorno del periodista sostiene que no se trata de un episodio aislado, sino de un nuevo capítulo en la ofensiva de la extrema derecha contra voces críticas.

Quién es Román Cuesta

Román Cuesta lleva más de dos décadas vinculado al periodismo de investigación. Ha colaborado con medios como CrónicaLibre o El Salto, antes de consolidarse en Diario Red. Su trabajo más conocido ha sido la identificación de responsables de campañas de acoso digital vinculadas con Vox y otros sectores de la ultraderecha española. Además, ha publicado artículos sobre corrupción, manipulación informativa y estrategias de intoxicación en redes sociales.

Más allá de su faceta periodística, Cuesta también ha impartido charlas y conferencias sobre la desinformación y los riesgos que afrontan quienes investigan estos entornos. En varias ocasiones ha insistido en que “no se trata solo de trolls en internet, sino de redes organizadas que actúan con un objetivo político muy concreto: amedrentar y silenciar a voces críticas”.

Un nuevo episodio de acoso contra periodistas

Este nuevo ataque se suma a una serie de incidentes recientes donde periodistas, especialmente aquellos que investigan redes de ultraderecha, campañas de desinformación y delitos de odio en internet, han sido objeto tanto de agresiones físicas como de intimidaciones digitales. En la mayoría de los casos, los responsables proceden de entornos vinculados a la extrema derecha, que no dudan en señalar como objetivos a comunicadores, activistas y políticos progresistas. Las campañas de acoso incluyen amenazas de muerte, difusión de datos personales, insultos machistas o racistas, y hostigamiento sistemático en plataformas como X, Facebook o Telegram. Diversos observatorios de comunicación han advertido de que esta violencia no se limita al plano virtual, sino que en ocasiones desemboca en ataques físicos como el que ahora ha sufrido Cuesta.

Organizaciones profesionales y colectivos en defensa de la libertad de prensa, entre ellas la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) y Reporteros Sin Fronteras, han alertado reiteradamente de que la mayor visibilidad de periodistas que desenmascaran la desinformación y las redes de odio conlleva un aumento de riesgos personales. Subrayan que, en España, la diana de la ultraderecha suele situarse sobre periodistas de izquierdas, mujeres feministas, colectivos LGTBI y representantes de movimientos sociales. Este fenómeno, insisten, no es exclusivo del país: se enmarca en una tendencia internacional donde el ascenso de discursos extremistas busca silenciar voces críticas mediante el miedo y la violencia.

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