El baloncesto español está triste este 4 de enero de 2024. Uno de sus máximos exponentes históricos, Ricky Rubio, ha anunciado oficialmente su retirada a través de sus redes sociales. El base, natural de Masnou (Barcelona), se aleja de los parqués a los 33 años por complicaciones en su salud mental

"Hola. El 30 de julio fue una de las noches más difíciles de mi vida. Mi mente se fue a un lugar oscuro. Más o menos sabía que estaba yendo en esa dirección, pero nunca pensé que no tenía el control de la situación. Al día siguiente, decidí ponerle freno a mi carrera profesional", ha arrancado su misiva el ya exjugador.

"Un día, cuando sea el momento adecuado, me gustaría compartir toda mi experiencia con vosotros para poder ayudar a otros que estén atravesando situaciones similares. Hasta entonces, me gustaría mantenerlo en privado por respeto a mi familia y a mí mismo, porque todavía estoy trabajando en mi salud mental. Pero estoy orgulloso de decir que estoy mejorando mucho todos los días", ha proseguido. 

"Quería publicar este mensaje hoy porque mi carrera en la NBA ha llegado a su fin", ha añadido, en referencia a la terminación de su contrato con los Cleveland Cavaliers.

"Todo empezó en junio de 2009, en la noche del draft en Nueva York. ¡Menudo sueño! Después de jugar doce años en la liga, con sus altibjajos, he cosechado muchos grandes recuerdos y grandes relaciones. Minnesota, Utah, Phoenix y Cleveland. ¡Muchas gracias!", ha expresado, repasando su trayectoria profesional en la mejor liga de baloncesto del mundo. 

"Quiero hacer una mención especial a Cleveland. Ha sido mi última casa. Soy consciente de la manera en la que han terminado las cosas. Nunca podría haber imaginado la forma en la que el año se ha desarrollado, pero tenéis una organización increíble, con Koby y JB, quienes han sido extremadamente respetuosos y comprensivos con mi situación y se han preocupado por mí como persona. ¡Muchas gracias por todo el amor y apoyo!", ha zanjado el base catalán.

 

Una leyenda del baloncesto español

Ricky Rubio ha sido uno de los jugadores más queridos por los aficionados al deporte de la cesta y la pelota naranja. Perteneciente a la generación dorada de la Selección Española, cuenta en su haber con dos medallas olímpicas (plata en 2008 en aquella histórica final contra Estados Unidos y bronce en 2016), un título mundial en 2019 (torneo del cual fue proclamado MVP tras una de las mejores actuaciones de su carrera deportiva), y dos oros en el Eurobasket (2009 y 2011), además de dos bronces en la misma competición en 2013 y 2017.

Rubio comenzaba su andadura profesional a la tempranísima edad de 14 años, engrosando el roster de un DKV Joventut que fue testigo del debut del jugador más joven de la historia en disputar un partido de la Liga ACB con 14 años, 11 meses y 24 días. Un chaval de gran desparpajo y greñas morenas que, en 5 minutos de juego, contribuyó a la victoria de su equipo con dos puntos, una asistencia y dos robos de balón. Un jugador del que se supo que sería especial desde el primer momento y que tenía una espectacular carrera por delante.

Tras cuatro temporadas en el equipo de Badalona, Rubio se presentó al draft de la NBA en 2009, donde fue elegido por los Minnesota Timberwolves en quinta posición, sólo por detrás de Blake Griffin, Hasheem Thabeet, James Harden y Tyreke Evans, y por delante de un tal Stephen Curry, que más adelante se convertiría en el mejor tirador que jamás ha visto este deporte. Sin embargo, no fue hasta 2011 cuando el de Masnou marchó para Estados Unidos, ya que antes de eso disputó dos temporadas en el FC Barcelona. 

Rubio se estableció rápidamente en la NBA como un base de garantías, de los de antes, promediando más de 8 asistencias en su año rookie y siendo el principal arquitecto del ataque de unos Wolves en reconstrucción tras la marcha de Kevin Garnett. Tras seis temporadas en Minnesota sin grandes éxitos colectivos, puso rumbo a Utah, donde coincidió con Donovan Mitchell y Rudy Gobert y tuvo los mejores años de su carrera en cuanto a anotación, estableciendo en el equipo de Salt Lake City sus mejores registros en porcentaje de anotación y puntos por partido. Alcanzaron las semifinales de conferencia, pero fueron derrotados por unos Houston Rockets liderados por su compañero del draft, James Harden. 

En 2019, Rubio puso rumbo a Phoenix, en una temporada sin muchas luces para el equipo de Arizona en la que, al igual que los anteriores nueve años, no alcanzaron los play-off. 2020 fue un año para reencontrarse, ya que regresó a la que fue su primera casa en la NBA, los Timberwolves, aunque desgraciadamente tampoco alcanzaron la postemporada. Y en su última casa, los Cleveland Cavaliers, no ha gozado de una gran cantidad de minutos, debido a la presencia del joven y prometedor base Darius Garland.

Un paso por la NBA que, como él mismo ha reconocido, ha tenido altibajos, pero que para nada opaca el enorme legado que deja al deporte español. 19 años de carrera profesional que dejan una ristra de triunfos como pieza muy importante de la Selección Española, un notable desempeño en la liga más competitiva del mundo y, lo más importante, haber sido el motivo de inspiración y felicidad de millones de españoles que, ya sea pegados a las pantallas de sus televisores o practicando un deporte que les apasiona, han tenido un trocito de Ricky Rubio en sus corazones.