Usar el ozono para la desinfección del COVID19 es un método que se está realizando en numerosas residencias de Clece. Lo que en un principio surgió como un sistema para purificar y mejorar el ambiente se ha convertido en una solución para la desinfección de estancias. 

Durante estos días de cuarentena se habla mucho de mantener las medidas de higiene adecuadas para evitar contagios pero, ¿qué ocurre con las superficies? ¿Cómo aseguramos que el entorno que nos rodea está desinfectado? Esta inquietud es fácilmente asumible cuando hablamos de nuestros hogares pero, si damos el salto a zonas de convivencia como son las residencias de mayores, la situación se vuelve más compleja.

Fruto del compromiso por velar en sus residencias por la salud de las personas mayores – uno de los grupos más vulnerables en esta pandemia – la empresa Clece, filial de ACS, ha tomado la iniciativa de usar el ozono como forma de desinfección de estancias. El mecanismo consiste en el uso de unos cañones que generan ozono a partir del oxígeno del aire, proporcionando una desinfección de toda la zona que se encuentra expuesta.

El uso del ozono como medio de purificación y desinfección es un método que lleva utilizándose durante décadas en diversos campos. El avance actual de la tecnología permite su aplicación mediante el uso de los innovadores cañones de ozono. Estos equipos, no usados hasta ahora en las rutinas diarias de descontaminación, cobran actualmente una especial relevancia. Concretamente, la Residencia para mayores Gerohotel, gestionada por Clece, lleva más de un año haciendo uso de estos cañones para desinfectar las zonas más sensibles a la acumulación bacteriana o de virus.

Una residencia de Laguna de Duero (Valladolid), lleva un año utilizando cañones de ozono para eliminar malos olores y purificar el aire. Ahora, se han convertido en su mejor aliado contra el coronavirus

En un principio, esta residencia situada en Laguna de Duero, Valladolid, comenzó utilizando el ozono mediante unos simples nebulizadores para purificar el ambiente. Como bien explica su directora, Silvia Ramón, “todo comenzó por nuestro interés por garantizar una calidad ambiental para los residentes. De esta forma, encontramos un proveedor que nos ofrecía un sistema que eliminaba los malos olores a la vez que purificaba el aire del centro a través de estos nebulizadores, que desprendían periódicamente pequeñas dosis de ozono”. Pero al poco tiempo, la misma empresa les ofreció otra solución usando este mismo gas: unos cañones que realizaban la misma operación, pero con unas dosis más altas, sirviendo así como agente de desinfección.

De esta forma, desde hace más de un año, el servicio de limpieza de este centro utiliza los cañones de ozono para la desinfección de habitaciones de forma periódica y, de forma más intensa, en situaciones más puntuales en las que la habitación requiere de una desinfección más exhaustiva, como es el caso de contaminación bacteriana o de riesgo de contagio de algún virus.

Clece está utilizando en 24 de sus centros esta innovadora tecnología y lo irá incorporando progresivamente en todos

En la situación actual en que nos encontramos, y dado que estudios recientes concluyen que la aplicación del ozono tiene un efecto potencial directo en la inactivación del coronavirus SARS-CoV-2, el uso de estos cañones ha tomado fuerza y se está usando para la desinfección frente a este virus. Tanto es así que Clece ha decidido reforzarse con 75 equipos de esta tecnología innovadora. Actualmente ya se están utilizando de manera regular en 24 de sus centros y, progresivamente, se irán incorporando al resto de centros residenciales de mayores y de personas con discapacidad.

Un método para frenar el COVID-19

El uso de estos cañones está proporcionando a Clece una ventaja a la hora de gestionar la desinfección en la crisis del COVID-19. Lo que hace unos meses se usaba de manera puntual para casos más extremos, se ha convertido en el procedimiento rutinario, garantizando así la potencial desinfección de las diferentes zonas de las residencias. Aunque este sistema es sencillo de realizar, las altas dosis de ozono desprendidas durante la operación requieren de un protocolo de actuación. “Todas las personas encargadas de la limpieza y que usan este sistema están formadas y preparadas para realizar la desinfección de las diferentes estancias a través de ozono”, comenta Silvia Ramón, quien afirma que “además, aquellas personas que realizan este proceso, lo hacen provistas de los equipos de protección requeridos para garantizar su seguridad”.