La razón por la que unas personas enferman gravemente tras ser infectados de Covid-19 y otras no podría estar en la respuesta inflamatoria antiviral del organismo de cada paciente, según un estudio realizado por el equipo del Departamento de Inmunobiología de la Universidad de Yale y el Instituto Howard Hughes, de Yale, en Estados Unidos, publicado por la revista Nature Biotechnology.

Se calcula que entre el 80% y el 90% de las personas infectadas por Covid-19 sólo presentan cuadros leves, mientras que entre el 10% y el 20% se enfrentan a síntomas más graves o potencialmente mortales. Los investigadores que participaron en este estudio desarrollaron un modelo de ratón de laboratorio que tuvieran sistemas inmunitarios similares a los de los seres humanos y comprobaron que las causas del coronavirus grave pueden residir en la respuesta inflamatoria antiviral de cada individuo frente al virus. Además, con su estudio también se podría profundizar en las razones por las que se produce y mantiene el Covid-19 persistente y, por tanto, intentar desarrollar medidas terapéuticas más específicas para este síndrome.

El síndrome respiratorio severo 28 días después 

Richard Flavell, coordinador del estudio desarrollado en Estados Unidos, ha explicado que el modelo de ratón humanizado utiliza virus adenoasociado para administrar el receptor ACE2 humano a los pulmones. "Este modelo recapitula las respuestas inmunes humanas innatas y adaptativas a la infección por SARS-CoV-2 del síndrome respiratorio agudo severo hasta 28 días después de la infección, y con características clavs de la enfermedad crónica: pérdida de peso, ARN viral persistente, patología pulmonar con fibrosis, macrófago inflamatorio humano de respuesta, firma genética persistente estimulada por interferón y linfopenia de células T".

El modelo animal desarrollado por los investigadores de Yale, diseñado para tener un sistema inmunitario similar al de los humanos, ofrece la oportunidad de responder a la pregunta de si la presencia de células inmunes humanas en ratones humanizados con ACE provocó una enfermedad persistente y de si también mostraron una patología pulmonar más grave en comparación con otros modelos animales.

Se les inyectó muestras de personas gravemente enfermas

Los ratones humanizados modelan la enfermedad crónica y recapitulan la patología pulmonar grave y persistente observada en pacientes con Covid-19 grave. "Si se infecta a un ratón de laboratorio estándar con el SARS-CoV-2, se infectará, pero no enfermará gravemente. Pero nuestros ratones humanizados enferman y no mejoran", señala Flavell.

El procedimiento de infección de los modelos de laboratorio se basó en la introducción del SARS-CoV-2 a través de muestras de personas gravemente enfermas que se introdujeron en las fosas nasales de los ratones humanizados, controlándose el curso de la infección, explica Esen Sefik, primer autor del estudio y becario del Instituto Médico Howard Hughes, en la Fundación de Investigación del Cáncer Damon Runyon, en Yale, publicado por Nature Biotechnology y que adelanta El Mundo.

El modelo de experimentación también ha servido para estudiar dos terapias conocidas en inmunopatología: anticuerpos monoclonales derivados del paciente y esteroides, como la dexametasona, comprobándose que los mismos macrófagos inflamatorios, cruciales para contener la infección temprana, impulsaron posteriormente la inmunopatología, fenómeno que confirma que ambas terapias pueden ayudar a tratar las infecciones por Covid-19. "No obstante, en el caso de los anticuerpos monoclonales, el tratamiento sólo es eficaz si se administra en las primeras fases de la enfermedad. En el caso de los esteroides, sólo son eficaces si se administran durante las últimas fases de la enfermedad", explica Flavell.

Según Michel Nussenzweig, inmunólogo de la Universidad Rockefeller y del Departamento de Inmunobiología de Yale, "estos anticuerpos monoclonales, que se dirigen específicamente al virus, eran eficaces si se administraban antes o muy pronto, después de contraer la infección, pero insuficientemente eficaces para la sintomatología si se administraban en las fases posteriores". Por el contrario, en las primeras fases de la infección viral, dexametasona suprimía la respuesta inmunitaria inicial, clave para combatir el virus, por lo que no resultaba eficaz.