Cataluña, en un puño. La jornada electoral de este domingo se ha cerrado con alguna que otra incidencia. Por si el apretado escenario post 12M no fuera lo suficientemente apretado, un inoportuno robo del cableado en Rodalies ha amagado con provocar retrasos en el cierre de los colegios electorales en Girona, Tarragona y Lleida. Infortunios aparte, las encuestas elaboradas en los días previos a la votación no diluyen las dudas a futuro, con un complejo Parlament y un no menos difícil proceso de negociación. En cualquier caso, todos los sondeos mantienen al PSC de Salvador Illa como vencedor, con Carles Puigdemont en segunda posición y una debilitada ERC que pasa de liderar el bloque identitario a ser potencial llave para un Govern o bien independentista o progresista.
Ninguna oferta demoscópica arroja un resultado diferente a la victoria de los socialistas catalanes. La papeleta de Salvador Illa se llevará el triunfo en los comicios, seguido de Junts per Catalunya. El podio lo completa la Esquerra Republicana de Catalunya de Pere Aragonès, que cae estrepitosamente con respecto al 2021. ERC ha perdido por el camino el traje de partido de gobierno en una legislatura para ser la formación que tenga en su poder las llaves del Govern de la Generalitat. Mención aparte a la irrupción en el Parlament de la fuerza de extrema derecha independentista de Aliança Catalana, a la que, junto con Vox, el resto de grupos le han puesto un cordón sanitario -a excepción de PP y Ciudadanos-.
Metroscopia
El sondeo elaborado a dos días de la apertura de los colegios electorales deja al PSC con un 28,1% de los sufragios, lo que se traduciría en 39 y 42 escaños. Detrás de los socialistas asoma la cabeza Carles Puigdemont, que se situaría como fuerza predominante del independentismo con 23,1 puntos y una horquilla de entre 36 y 38 asientos en el Parlament. El auge de los neoconvergentes perjudica sobremanera a una Esquerra Republicana que cae a los 14,1 puntos (20-23 diputados). Por otro lado, las estimaciones de Metroscopia esbozan una irrupción potente de Aliança con entre 3 y 5 sillones. La CUP perdería como mínimo un parlamentario, mientras que los Comunes de Jèssica Albiach podrían engordar su grupo con un escaño más en una Cámara en la que ya no estará presente Ciudadanos, cuyo electorado se ha fragmentado entre los socialistas y el Partido Popular, que recupera el liderato de la derecha con un 8.7% de los votos.
Con estos datos, el pactómetro está al rojo vivo. Todo estaría muy apretado, proyectando una negociación compleja a uno u a otro lado. Tan sólo hay, como en el resto de escenarios, dos opciones. O bien una coalición de fuerzas independentistas liderado por Carles Puigdemont (63-69) o la articulación de una alianza progresista encabezada por Salvador Illa con el apoyo de Esquerra y de Sumar (65-74). Cabe recordar que, en caso de no alcanzar la mayoría absoluta en primera votación (68), bastaría con cosechar más síes que noes, aunque con la horquilla más alta atada, el ex ministro de Sanidad sería ungido como president en la primera votación.
40DB
La incertidumbre es común en toda la oferta demoscópica, pero la gran mayoría se mueve en unas horquillas similares. La encuesta elaborada por 40DB es la más beneficiosa para los socialistas catalanes. Salvador Illa multiplicaría sus prestaciones con respecto al 2021, pasando de concentrar el 23% del voto a rozar con la yema de los dedos el 30 (29,5). Estos números dejarían al Grupo Socialista en el Parlament con entre 39 o 44 sillones. Por detrás, Carles Puigdemont se dispararía hasta los 34 o 37 parlamentarios. Prácticamente diez diputados más que la ERC de Pere Aragonès (23-25). Los populares de Alejandro Fernández también estarían por delante de Vox (8-11) en su batalla particular por el dominio en la derecha. Los Comunes, por su parte, quedarían mermados con respecto a las pasadas elecciones, con entre 4 y 5 parlamentarios.
La encuesta de 40DB también deja a ERC entre la espada y la pared. Los republicanos tendrían que decidir entre PSC y Junts. De decantarse por la opción independentista, el bloque lo encabezaría Carles Puigdemont y lo cerraría una CUP que podría quedarse con dos diputados. En cualquier caso, teniendo en cuenta su horquilla más alta, esta opción cosecharía 68 parlamentarios. Es decir, los necesarios para la mayoría absoluta. En cambio, si optan por un bloque progresista, su apoyo permitiría a Illa prescindir de los Comunes, dado que el tándem PSC-ERC llegaría a los 69.
TV3 y TVE
El PSC ganaría las elecciones catalanas del 12 de mayo (con 37-40 diputados), seguido de Junts (con 33-36 escaños) y ERC (24-27), según la encuesta de Sigma Dos para TV3 y RTVE. El sondeo sitúa en cuarta posición al PP (con 9-12 escaños) y a Vox en quinto lugar, con una representación de entre 10 y 11 diputados. En sexta posición si situaría la CUP (con 6-8 diputados), seguidos de Comuns-Sumar (con 6-7 escaños); mientras que Aliança Catalana entraría por primera vez en el Parlament con 1-3 escaños, y Cs saldría perdiendo los 6 escaños de la legislatura actual.
Este escenario es el más benévolo para los intereses del bloque independentista, que en su horquilla más alta sumaría hasta 71 parlamentarios. Tres diputados más de lo que estipula la mayoría absoluta. Sin embargo, la diatriba es la misma para Esquerra, pues enfrente podría articular una mayoría ideológica que se dispararía a los 74. En cambio, en las cotas más bajas, la papeleta PSC-ERC tan sólo necesitaría un voto de los Comunes para alcanzar la mayoría absoluta.
GESOP
El sondeo elaborado por GESOP para El Periódico deja al PSC en los 26 puntos porcentuales, con una horquilla de diputados de entre 37 y 40, lo que supondrían seis puntos más que Junts, que se quedaría en el 20% y sentaría del orden de 30 a 33 parlamentarios en la Cámara catalana. Los republicanos caerían al 14,5% de las papeletas cosechadas, con entre 21 y 24 asientos. Los Comunes y la CUP seguirían como llaves para la conformación de gobiernos, con 7 y 9 escaños cada uno.
El escenario postelectoral está en el aire también según esta encuesta. La vía identitaria encabezada por Carles Puigdemont y con el eventual apoyo de ERC, superaría los 68 parlamentarios que suponen la frontera de la absoluta (69). Sin embargo, si Aragonès se decantara por edificar una mayoría progresista junto a PSC y los Comunes, se elevaría el apoyo hasta los 74 parlamentarios.
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