El aniversario de la proclamación de la república se ha celebrado, como cada año, en el cementerio de Paterna, donde está la segunda mayor fosa común de España con 2.238 represaliados que fueron fusilados por el franquismo a partir de 1.939. Una celebración que, este 2024 más que nunca, ha tenido una cara A y una cara B. Por un lado 20 familias pudieron recuperar los restos de los suyos tras ser exhumados. Por otra lado, la sombra de la nueva ley de ‘concordia’ que pretenden aprobar la extrema derecha de Vox y sus cooperadores necesarios en este asunto, el PP de Carlos Mazón, han planeado sobre la celebración sembrando la desazón sobre las familias de las víctimas.

El acto de homenaje que el PSPV organiza cada año en el paredón donde se fusilaba a los represaliados, y en el que hubo una nutrida representación de familiares de represaliados, no solo ha servido para recordar a las víctimas sino que, este año, también se ha utilizado como altavoz contra la ignominiosa ley que pone a la misma altura a víctimas y asesinos.

El expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, afirmaba sobre el homenaje: “Esto es un acto de dignidad. Aquí fueron fusiladas 2.238 personas simplemente por sus ideas. Fue un acto de maldad, pero de los actos de maldad puede surgir también la esperanza, y por eso es fundamental no perder la memoria, sino todo lo contrario, hacer de la memoria un espacio de reconciliación, de acuerdo, de avance de respeto”.

Y preguntado por la nueva ley, Puig era claro y conciso: “Concordia es precisamente lo contrario a esa ley que no tiene nada que ver con la concordia. No puede haber concordia sin respeto al pasado, sin memoria y sin clarificar lo que pasó. Y lo que pasó está claro, bien claro, y es que hubo un golpe de estado y después hubo una represión de una dictadura. Y eso, cualquier demócrata, evidentemente, lo tiene que defender como ha venido siendo habitual. Pero ahora, situar a la extrema derecha y a la hegemonía de la extrema derecha en el Gobierno tiene consecuencias. Es muy mala idea que la extrema derecha esté en un Gobierno”.

Mercedes caballero, la diputada que peleará contra PP y Vox en Les Corts para que esta ley no salga adelante explicaba: “Tenemos claro que PP y Vox han presentado la proposición de ley de la mal llamada concordia porque simplemente quieren insultar a las víctimas, insultar nuestra historia e igual, por supuesto, los periodos democráticos con la dictadura. Pero de verdad que creo que nunca han renunciado a ser los herederos del franquismo, y por eso se dan por aludidos cada vez que hablamos de fascistas. Y ahora presentan la ley de concordia en un intento demagógico de blanquear todo el proceso histórico, pero además con unos errores históricos increíbles”.

Y apostillaba que, “yo tengo el honor de ser la persona que va a defender la dignidad de las personas que lucharon por la democracia, de los exiliados, de las mujeres que dejaron aquí los exiliados, de los bebés que fueron robados, de las mujeres a las que raparon. De todos y cada uno de ellos y ellas que lucharon por mantener el estado democrático, y por el que hoy tenemos que seguir peleando desde el PSPV, pero también desde toda la sociedad, para que esa ley de la discordia  no sea aprobada”.

Las primeras exhumaciones

Rafel Darijo es el alcalde de Benagéber, y pasará a la historia por ser el primer alcalde de la Comunidad Valenciana que autorizó la apertura de una fosa. Han pasado 17 largos años desde aquel día. En el año 2007 fueron a verle los familiares de unas víctimas de la represión. Como él mismo narra: “Me dijeron que sabían que tenían allí a su padre, que lo habían fusilado allí en Benagéber y que les gustaría encontrarlos”.

Fue entonces cuando este alcalde habló con los que más sabían del asunto, “los mayores del pueblo” para saber dónde estaba exactamente situada la fosa. Darijo cuenta como estos vecinos le contaron que fueron obligados a excavar esa fosa, por lo que pudo determinar el lugar exacto para excavar. Para poder hacerlo, desde el Consistorio de Benagéber se pidió una subvención junto con la Asociación de Memoria Histórica. Recibieron el dinero que les permitió exhumar los cuerpos.

Y es cuando empiezan estas labores cuando la historia se torna surrealista para cualquier demócrata, pero normal para los que quieren firma la ley de concordia. Fueron denunciados ante el Tribunal de La Haya por ‘saltarse’ la ley de Memoria Histórica. La suerte para todos, desde el alcalde a los familiares, fue que cada paso que se dio fue comunicado a la juez de Lliria y que ésta les dio los permisos.

Finalmente, y pese a la denuncia recibida, los familiares de las ocho víctimas pudieron decidir qué hacer con los restos. Tres familiar decidieron darles sepultura en otro lugar. Las otras cinco prefirieron que siguieran reposando en la fosa. Eso sí, dignamente. Ahora, en ese lugar, antaño tratado de ocultar por el régimen franquista, ahora hay un lugar de homenaje con las fotografías y los nombres y apellidos de las personas represaliadas. Una memoria que la actual ley no permite que se borre pero que la nueva, la de PP y Vox, envía al ostracismo más absoluto. El mismo que durante casi cuatro décadas de franquismo se vivió.