La prensa rosa se ha colado de lleno en la Audiencia Nacional. El magistrado del Juzgado Central de Instrucción Número 5, Santiago Pedraz, protagonizaba este miércoles la portada de la revista Hola junto a su pareja Esther Doña. Como era de esperar, sobre todo en un ambiente tan pequeño como es el de la Audiencia Nacional, la portada fue lo más comentado del día tanto en los pasillos como en los bares cercanos.

La mayor parte de los jueces y fiscales no hicieron ni caso más allá del típico comentario de café, si bien es cierto que alguno mostró un poco de preocupación. Esta preocupación, que tampoco fue excesiva ni mucho menos, y tenía más que ver con la percepción que la ciudadanía pudiera tener de ver a alguien de la judicatura en la portada de una revista y pensasen que es algo habitual, que con el hecho de que pueda afectar a los temas que allí se tratan.

Ejemplo de lo anterior fue la conversación mantenida por un grupo de abogados en un bar donde lo que se debatía no era que un juez esté en una revista del corazón, sino la ropa que llevaba el mismo en la portada.

Que Pedraz se coló en las conversaciones de trabajadores de la Audiencia Nacional, abogados, procuradores y periodistas especializados es un hecho objetivo, no todos los días uno de los suyos es portada de una revista, y mucho menos del corazón, pero la realidad es que el cachondeo se impuso a cualquier otra cosa.

De hecho, no es la primera vez que Pedraz ocupa un espacio en la portada de la histórica revista del corazón. Cuando se hizo pública la relación del juez con su nueva pareja, la viuda del marqués de Griñón, hubo quien llegó a publicar que desde la Audiencia Nacional se le “había dado un toque” a Pedraz, hecho que el magistrado desmintió de forma tajante desde sus redes sociales asegurando que a él en su vida le han dado un toque.

El único problema real para el magistrado han sido los ataques sufridos desde ciertos sectores de la extrema derecha, como por ejemplo desde el programa de Federico Jiménez Losantos, que han aprovechado la situación no para hablar de si esa portada es un problema laboral, que no lo es, sino para atacar en el plan