Uno de los retos a los que se enfrenta nuestra sociedad, cada vez más envejecida, es tratar de favorecer el mantenimiento de unas condiciones físicas y mentales apropiadas en las personas mayores. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, para tener un envejecimiento saludable, debemos estar activos físicamente, realizar una dieta adecuada y tener un alto grado de actividad mental y de relaciones sociales. ¿Cómo afecta el entorno en el que vivimos de cara a conseguir este envejecimiento activo? Mantenerse en el barrio de siempre, en una ciudad inclusiva que favorezca las relaciones sociales, el acceso a la sanidad, la cultura y el ocio o la eliminación de barreras urbanísticas son factores determinantes a la hora de elegir una residencia de mayores, además de la cercanía al domicilio de los familiares directos.
Envejecimiento activo en un entorno urbano
La OMS, en su Guía para las Ciudades Globales Amigables con los Mayores, recoge los requisitos necesarios para que un entorno urbano pueda favorecer el "envejecimiento activo mediante la optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen". El objetivo es proporcionar un entorno seguro en el que niños, adolescentes, familias y personas mayores puedan pasear o realizar actividades de recreo en el exterior. Se busca eliminar barreras en edificios y calles para facilitar la movilidad de las personas con discapacidad, con independencia de la edad; se cuidan y fomentan los espacios verdes, así como el acceso a los servicios de salud, entre otras condiciones.
La ciudad de Valladolid forma parte de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, que se caracterizan por ser un lugar donde envejecer con calidad y dignidad, fomentando la participación de las personas mayores en el proceso.
Ese es uno de los motivos por los que CleceVitam estableció su centro residencial para personas mayores, CleceVitam Fuente Olivo, en esta ciudad. La compañía siempre realiza un análisis previo del entorno donde se ubican sus centros para tratar de garantizar al usuario las mejores condiciones: una buena localización, con transporte público cercano que favorezca su movilidad y la posibilidad de recibir visitas; fácil acceso a los servicios sociosanitarios y a espacios verdes, todo ello en un entorno amigable, que ofrezca facilidades para residir en ellos.
Vivir en el barrio de siempre
Ubicada en el centro de la ciudad, CleceVitam Fuente Olivo cumple con estos requisitos y ofrece una ventaja añadida para aquellos que han vivido siempre en Valladolid. “Se siguen moviendo en los mismos entornos, en su barrio, evitando que puedan desorientarse y relacionándose con su gente. Muchos siguen quedando con sus amigos o familiares en las cafeterías, chocolatería o los parques a los que han acudido siempre”, subraya Mónica Casado Bartolomé, directora del centro. La oferta también es perfecta para personas procedentes de entornos más rurales. "Contamos también con usuarios que responden a este perfil cuyos hijos viven en Valladolid. De esta manera, se favorece que puedan recibir visitas y estén acompañados en este ciclo vital. Si los llevan a su pueblo, por ejemplo, a sus hijos les resultaría muy complicado conciliar", añade.
Entrada a la residencia de mayores CleceVitam Fuente Olivo, ubicada en el centro de Valladolid
Una residencia de mayores pensada como hogar
CleceVitam Fuente Olivo abrió sus puertas hace poco más de dos años, en julio de 2020. “Intentamos que se sientan como en su casa, los usuarios pueden traer enseres personales a sus habitaciones”, nos explica Mónica Casado Bartolomé. Los residentes están organizados en unidades de convivencia de las que forman parte un máximo de 20 personas por unidad, con rutinas lo más parecidas posible a las que se puedan tener en un hogar. Además de sus habitaciones, dobles o individuales, cuentan con un comedor, un salón común y una especie de office equipado con un frigorífico y utensilios para que puedan hacerse un café u ofrecer un pequeño refrigerio a las visitas. “Independientemente de todo lo reglado y los menús con los que cuentan, fomentamos que puedan tener una vida autónoma, como si estuvieran en su casa y pudieran tomar un café, un zumo o una fruta cuando les apetezca”, añade la directora.
El proyecto de la residencia fue diseñado para facilitar la vida de los usuarios, favorecer la socialización y el cuidado de su salud. Todas las habitaciones cuentan con baño geriátrico y, entre las instalaciones comunes, figura un gimnasio, una piscina y una amplia terraza para que los residentes puedan disfrutar de actividades al aire libre o, simplemente, de la luz del sol.
CleceVitam Fuente Olivo forma parte de un edificio de pisos, en el que ocupa el bajo y la primera planta. El resto son apartamentos a los que solo pueden acceder mayores de 55 años que tengan autonomía personal. Estos vecinos tienen a su disposición, si así lo desean, los servicios de lavandería, limpieza, catering y asistencia domiciliaria que dispensa la residencia. Se trata de una solución pionera, que permite a las personas mayores mantener su independencia, al tiempo que liberan de responsabilidades a sus hijos o familiares que ejercen de cuidadores.
Las habitaciones de Fuente Olivo tienen suelo radiante, además de aislamiento térmico y acústico
“El gran reto fue construir un edificio gerontológico en pleno centro urbano y diseñar espacios amplios, saludables, con luz y zonas ajardinadas”, nos explica Alberto López Merino, el arquitecto que diseñó el proyecto. Se trata de un edificio sostenible, construido con materiales de calidad, suelo radiante y geotermia. Incluye medidas de ahorro energético además de soluciones de aislamiento térmico y acústico.
Todos los espacios están pensados para la convivencia, tanto los apartamentos como las dependencias de CleceVitam. Es la primera experiencia en Valladolid de un centro de estas características y una de las pocas que hay en España. Se trata de un proyecto muy novedoso que sigue el ejemplo de lo que se está haciendo en el País Vasco, a la vanguardia del cambio de paradigma en el cuidado de las personas mayores, que cuenta con 74 municipios adheridos a la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores.