Durante las próximas tres décadas, se prevé que el número de personas mayores en todo el mundo se duplique, llegando a más de 1.500 millones en 2050. En el caso de España, según datos del Instituto Nacional de Estadística, en la actualidad el 19,6% de la población tiene más de 65 años y está previsto que en torno a 2050 represente el 31,4%. Si se mantienen las tendencias de crecimiento demográfico actuales, en 2070 habrá 217.344 personas con más de 100 años, frente a las 12.551 actuales. Está claro que vivimos más, pero nos enfrentamos a un nuevo desafío: vivir mejor.

En 2070 habrá en España 217.344 personas centenarias, frente a los 12.551 actuales

El aumento de la longevidad provoca un incremento del número de personas dependientes. En muchos casos se ven obligadas a dejar su casa para vivir en una residencia de mayores o pasar allí gran parte del día. “De entrada, les cuesta mucho dejar su casa de toda la vida y venir a vivir a una residencia. Algunos esperan a tener ciertas dificultades o limitaciones para asumir que necesitan ayuda en ciertas actividades de la vida diaria y, por tanto, que la mejor opción es venir a vivir a una residencia. A veces prueban antes con tener un cuidador en casa y, fruto de malas experiencias y/o aumento de las necesidades acaban ingresando en residencia”, nos explica Natàlia Pujol, trabajadora social de CleceVitam Ponent, de Lérida, quien añade que "en la mayoría de los casos cambia la idea que tenían de una residencia".

Francesca Mateu (88 años) es una de las residentes de CleceVitam Ponent y, aunque reconoce que estaba muy a gusto en su casa, no se iría allí otra vez. “Aquí estoy bien, tengo muchas amistades, tengo peluquería, podólogo, manicura, biblioteca, hacemos manualidades… ”, nos explica feliz. Fue de las primeras residentes del centro, inaugurado hace apenas un año. Francesca, que ha sido maestra de niños de Primaria, vivía sola en Villar de Cans (Castellón) hasta que sufrió una caída y sus hijas decidieron ingresarla allí. "No podía encontrar en mi pueblo a dos mujeres, una para el día y otra para la noche, así que pensaron que era mejor venirme aquí".

Maribel del Río, usuaria de día de CleceVitam, siempre tuvo claro que viviría sola mientras pudiera. Tras sufrir un ictus se trasladó a la casa de su hija, con la que sigue viviendo. “Me ha cambiado la vida, hago gimnasia, me relaciono con un montón de gente, hay un bar que podemos utilizar… Hoy mismo he ido con una amiga a tomar un café”, nos cuenta. 

Ninguna de las dos pensó que una residencia de mayores pudiera convertirse para ellas en su hogar. Ahora no imaginan su vida fuera de allí. “Cuando vienen a vivir al centro, les cambia mucho la idea que tenían de las residencias, pues son gente mayor y en su época no eran como son en la actualidad. Y cuando ven los servicios y actividades que se hacen, disfrutan de la vida y de hacer nuevas amistades”, apunta Natàlia Pujol.

CleceVitam Ponent es un centro pequeño donde conviven 37 usuarios (34 residentes y 5 usuarios de centro de día). Promueven el envejecimiento activo con terapias centradas en la persona. Entre otras cosas, el equipo de profesionales que atiende a los residentes busca fomentar el sentimiento de comunidad para que se sientan como en casa.

“Procuramos dar un atención 360º en el cuidado de mayores, es decir, prestamos atención a nivel físico a través de nuestros terapeutas y auxiliares para estimular el organismo de los usuarios; a nivel cognitivo, pues también se llevan a cabo ejercicios y actividades que trabajen esta área y, a nivel emocional, gracias a nuestros animadores y psicólogos”, nos  explica Natàlia Pujol.

Los centros de CleceVitam incorporan las últimas novedades en tecnología para estimular  a las personas con  deterioro cognitivo
Los centros de CleceVitam incorporan las últimas novedades en tecnología para estimular a las personas con deterioro cognitivo

Fomentar el envejecimiento activo y que los mayores puedan conservar sus capacidades el mayor tiempo posible es uno de los principales retos a los que se enfrentan los profesionales de los cuidados. “Cuando los usuarios se dan cuenta de que el cuerpo ya no les acompaña como antes y ven que van perdiendo facultades, pueden sentir frustración y ahí tenemos un trabajo psicológico importantísimo”, enfatiza Pujol. En este sentido, advierte de la necesidad de empezar a cuidarnos lo antes posible, tanto a nivel físico como mental. “Cuanto más joven, mejor”, asegura. Para los expertos la única receta milagrosa contra el envejecimiento es hacer ejercicio a diario, fundamental para conservar las capacidades físicas y cognitivas.

En CleceVitam Ponent tanto residentes como usuarios de día hacen ejercicio a diario. Cada uno cuenta con un Plan de Atención Individual, que tiene en cuenta sus gustos y capacidades. Además, se hace un seguimiento continuo para detectar si se ha producido algún cambio significativo en su situación y, en tal caso, tomar medidas. El centro cuenta con las últimas novedades en tecnología y sostenibilidad. Entre sus dotaciones destaca una cabina de hidroterapia que combina los beneficios de la estimulación sensorial de las salas Snoezelen -espacios interactivos diseñados para estimular los sentidos de las personas con discapacidad o deterioro cognitivo-, y las terapias con agua. Este tratamiento permite la estimulación multisensorial de las personas combinando hasta cinco terapias.