El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha propuesto bombardear el volcán de La Palma con aviones militares para encauzar la lava, algo que ya se hizo en Hawaii pero no salió bien. Esta curiosa propuesta no es la primera polémica que protagoniza el político canario, ya que, en 2011, Curbelo tuvo que renunciar a su escaño como senador del PSOE tras protagonizar un incidente nocturno en una sauna y un posterior enfrentamiento con la Policía.

Curbelo fue detenido el 14 de julio de 2011 por un delito de atentado a agentes de la autoridad después de haber agredido a un policía. Aquella noche, el político se quejó a unos policías del trato que su hijo, él y una tercera persona acababan de recibir en un establecimiento del que habían sido expulsados. Según los indicios recabados en la instrucción, cuando los policías le explicaron los pasos que debía seguir para presentar una denuncia, el hijo de Curbelo insultó y empujó a un policía, por lo que fue detenido. Fue en ese momento cuando el propio Curbelo llamó terroristas y borrachos a los agentes, además de avisarles de que era senador y amenazarles con acabar con sus carreras y denunciarlos por detención ilegal.

Después del incidente, Casimiro Curbelo negó en rueda de prensa haber agredido a los agentes y denunció que el único “maltratado, agredido y humillado” había sido él. Posteriormente dimitió de su cargo como senador, puesto que llevaba ocupando desde 1996, cuando fue elegido por La Gomera. El incidente llegó a ser investigado por el Tribunal  Supremo y, finalmente, pactó con la Fiscalía una pena de multa de 900 euros y una indemnización de 50 euros al policía al que había agredido, en una condena en la que el fiscal aceptó aplicarle una rebaja muy cualificada de dilaciones indebidas.

La propuesta para el volcán de La Palma

Casimiro Curbelo ha sugerido públicamente arrojar bombas desde aviones militares para encauzar las coladas de lava del volcán de La Palma, de modo que se pueda minimizar el daño que la erupción está ocasionando en bienes materiales de la isla.

Esta propuesta la explicó situando a la audiencia en “una de las guerras mundiales” y preguntándose si en ella no habría “un avión que vuela y que pueda dejar caer… hoy es muy fiable la tecnología, es verdad que debe ir a una altura razonable, pero, pero llegar y dejar caer…”.

Durante la tertulia, Curbelo descartó la posibilidad de utilizar maquinaria pesada e insistió en varias ocasiones en que la única salida factible para encauzar las coladas eran las bombas: “Situémonos en una realidad de una balsa que pierde agua y queremos que fluya de golpe, habrá que actuar con un sistema que haga caer una pequeña bomba explosiva y destruir una parte de pantalla y que salga todo a la vez”.

Además, precisó: “Hay un cono volcánico principal; después van apareciendo otros y las lavas no siguen la dirección de uno, sino que en función de por donde sale uno y en función de la inclinación…”. Por eso, terminó preguntándose si no habría “métodos para abrir bocas en la dirección que se quiera de un volcán que emergen o que aparecen.