El cantante español Plácido Domingo ha anunciado este miércoles su dimisión como director general de la Ópera de Los Ángeles tras centrar el foco de la polémica durante casi dos meses con motivo de las acusaciones de acoso sexual por 20 mujeres.

La Ópera de Los Ángales, con la que el tenor estaba vinculado desde 2003, ha remitido un comunicado a los medios escrito por el propio Domingo. En él, explica que “las recientes acusaciones contra mí en la prensa han creado una atmósfera que dificulta mi capacidad para servir a esta compañía que tanto quiero”.

“Mientras continúo trabajando para limpiar mi nombre, he decidido que lo mejor para los intereses” de la compañía “es que dimita” y “que me retire en este momento de las actuaciones programas”, reza el comunicado. Y añade que “lo hago con pesar en el corazón y al mismo tiempo quiero expresar mis mejores deseos al consejo y a la esforzada plantilla” para que “sigan creciendo y brillando”.

En agosto de este año, la agencia Associated Press hizo pública una investigación en la que ocho cantantes y una bailarina acusaron de acoso sexual al tenor. Los hechos habrían ocurrido en diferentes encuentros a lo largo de tres décadas a partir de finales de los 80, y en ocasiones, en compañías de ópera en las que él ocupaba puestos de alta dirección.

Las informaciones fueron reveladas recientemente, pero según parece, el asunto ya se comentaba entre bambalinas.

El País publicó que muchas de las mujeres que han acusado a Plácido Domingo admiten que sus compañeros de profesión ya les advertían de que no se quedaran a solas con él ni para subir un piso en un ascensor: "Hay una tradición oral de advertir a las mujeres sobre Plácido Domingo", aseguró una mezzosoprano que trabajó en la Ópera de Los Ángeles -que no es una de las nueve denunciantes-.

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Al parecer, el consejo de evitar “la interacción con él a toda costa" era un patrón en el sector. Consignas como evitar los lugares privados y el alcohol, o quedar para almorzar y no para cenar, eran seguidas por muchas mujeres tras ser advertidas por compañeros.

Su defensa

"Las acusaciones de estas personas no identificadas, que se remontan hasta 30 años, son profundamente preocupantes, e inexactas tal como se describen", señaló Domingo en un comunicado.

"Aun así, es doloroso saber que puedo haber molestado a alguien o haberles hecho sentir incómodas, sin importar cuánto tiempo haya pasado y pese a mis mejores intenciones. Yo creía que todas mis interacciones y relaciones fueron siempre bienvenidas y consensuadas. La gente que me conoce o ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que dañe, ofenda o avergüence a nadie a propósito”, justificó.

Y sentenció que "reconozco que las normas y estándares por los que se nos mide hoy son muy diferentes de lo que eran en el pasado. He tenido la bendición y el privilegio de haber tenido una carrera de más de 50 años en la ópera y me atendré a los estándares más altos”.