Pfizer y BioNTech anunciaron el miércoles los resultados de un ensayo preliminar que muestra la eficacia de una tercera dosis de refuerzo de su vacuna frente a la variante ómicron. El estudio ha ponderado la efectividad de los anticuerpos presentes en el suero de personas ya vacunadas. Las conclusiones que han extraído en el laboratorio arrojan resultados esperanzadores, concluyendo que la protección que se alcanza con tres dosis frente a la nueva mutación es similar a la que proporcionaba la pauta de las dos dosis ante el resto de variantes.

Según han avanzado sendas compañías, las dos dosis mostraron una reducción hasta 25 veces menor en los niveles de anticuerpos neutralizantes frente a la ómicron. No obstante, admiten que este dato no implica que las personas vacunadas con dos dosis estén desprotegidas ante a la nueva cepa. De hecho, el trabajo sólo ha medido la efectividad de los anticuerpos, que es una de las armas del organismo frente a las infecciones, aunque no es la única, pues las células T también actúan como escudo frente a microorganismos.

A través de un comunicado, Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, detalla que, pese a que a dos dosis de la vacuna “aún pueden seguir ofreciendo protección frente a enfermedad grave causada por la ómicron”,  los datos preliminares muestran que dicha defensa mejora con una tercera dosis del suero desarrollado por las dos compañías. Por su parte, desde BioNTech, su presidente Ugur Sahin explicó que los primeros datos revelan que un tercer pinchazo “podría ofrecer un nivel suficiente de protección contra la enfermedad en cualquier grado de gravedad” causada por la nueva cepa.

La compañía continuará realizando estudios sobre la efectividad de la vacuna, tanto en laboratorio como en escenarios reales. Además, han anunciado que, desde el pasado 25 de noviembre, trabajan en el desarrollo de una vacuna específica para ómicron, actualizando el ARN mensajero de su desarrollo original y cuyo lanzamiento podría producirse en un plazo de 100 días.

Desde que apareció la variante ómicron, virólogos de todo el mundo monitorizan y compilan los datos sobre la evolución de esta cepa que trae de cabeza a las autoridades sanitarias de todo el mundo por la cantidad de mutaciones que contiene en su genoma; sobre todo en la proteína S, la herramienta del virus para introducirse en las células.

Algunas de las mutaciones de ómicron se habían descrito como las variantes alfa o beta, asociándose con una mayor capacidad de transmisión para esquivar la respuesta inmunitaria. No obstante, según los expertos, no existen aún suficientes datos para exponer conclusiones definitivas sobre la cepa ómicron.

Previamente, el Instituto de Investigaciones Sanitarias en África lanzó uno de los primeros estudios sobre la resistencia de la variante ómicron a las vacunas existentes. La institución informó de que la nueva cepa “escapa en parte a la inmunidad que otorga la vacuna Pfizer”.

La investigación se centró en una docena de personas inmunizadas con las dosis de Pfizer. Los pacientes donaron sangre que posteriormente fue expuesta en laboratorio a la ómicron. No obstante, aún son resultados preliminares y los expertos no esconden su cautela ante estos. Aunque algunos estudios sí evidencian reducciones en la efectividad de los anticuerpos, otros análisis arrojan que la variante parece desembocar en una enfermedad leve y no evidencian indicios de mayor agresividad.