La propagación de la variante ómicron ha generado la voz de alarma en la gran cantidad de organismos sanitarios, como la Organización Mundial de la Salud, que daban por controlados los contagios de la Covid-19. Una nueva mutación que la doctora Angelique Coetzee fue la primera en tratar.

La médica que trabaja en un centro hospitalario de la capital de Sudáfrica, Pretoria, atendió en una consulta de finales del pasado mes de noviembre a un hombre que tenía unos síntomas raros: "dolor de cabeza, corporales y sensación de malestar".

Con un 2% de contagios de coronavirus en el país, la doctora pidió que le hicieran una PCR y el resultado fue positivo. Ese hombre de unos 30 años fue el primer caso de la variante ómicron y ya es la más dominante en todo el país.

En una entrevista en El País, Coetzee ha asegurado que los casos tienen "enfermedad leve" y asegura que, de momento, "es una situación que podemos manejar": "Presentan síntomas leves de la enfermedad y no está siendo necesario enviarles al hospital".

La doctora también ha destacado que las personas que suele acabar en el hospital son "aquellos que todavía no se han vacunado" contra la Covid-19, aunque ha desmentido informaciones sobre la presión en los hospitales: "Los hospitales no están saturados, pero vamos hacia las fiestas navideñas. En las próximas semanas tendremos más casos".

La especialista asegura que los cuadros sintomatológicos que se registran son muy parecidos a los del resto de variantes: "Se concentran en dolor de cabeza, dolor muscular y fatiga. Es de lo que se quejan los pacientes al venir a la consulta".

"Debo decir que el dolor de cabeza fuerte lo catalogamos como una dolencia leve, pero para los pacientes es grave. El dolor muscular que sienten también. En general, los síntomas son mucho peores en los que no están vacunados", señala al mismo medio.

Angelique Coetzee ha descartado cualquier posibilidad de impacto grave de la variante ómicron y cree que "se va a quedar en casos leves": "Tendrá algunos graves, pero la ómicron no será nunca tan grave, en la misma escala de casos severos que la delta. La variante delta era diferente y muy peligrosa".

"Tenemos una red de médicos que estamos atendiendo a pacientes a diario, trabajamos de forma estrecha con asociaciones e instituciones que recopilan los datos. El 90% de los médicos generalistas del país pertenecemos a la red y lo que estamos viendo son síntomas leves", añade.