“Esto va a acabar en una desgracia. Tenemos pánico”. Así de contundente se mostraba una vecina de Benajarafe, la pequeña población situada sobre la costa del municipio de Vélez-Málaga, a preguntas de ElPlural.com sobre un conflicto vecinal que por su gravedad ya investiga la Policía Nacional.

La situación es tan delicada que el párroco de esta localidad -ubicada en pleno corazón de la Axarquía-, finalizaba la misa oficiada este sábado rezando para “que el Señor interceda y ponga fin a este problema”.

El padre Jesús sabe bien de lo que habla. Desde que fue nombrado hace ocho meses párroco de Benajarefe asegura estar viviendo un auténtico calvario. Jesús dice que le han pinchado las ruedas de su coche, le han robado en la Iglesia, golpeado, atacado su vivienda, sufre constantes amenazas y teme que pasen de aporrear su casa a ser directamente apaleado por un grupo de vecinos que muchos de ellos no alcanzan la mayoría de edad.

“Son los niños ‘chiquitillos' los que tienen problemas con el cura. Son travesuras de chiquillos. Tonterías”, afirma uno de los vecinos de Benajarafe a este periódico restando importancia a lo sucedido. Desde luego, no son pocos los vecinos que intentan minimizar un problema que empieza a ser visto en la comarca como un caso de “racismo puro y duro”.

Una visión que se consolidó este fin de semana cuando el diario ‘Sur’ (el más influyente en Málaga) llevó el asunto a portada y tituló con las amenazas que supuestamente sufrió el padre Jesús: “Negro, te voy a cortar la cabeza para que no te levantes mañana”.

Para muchos, lo que está sucediendo guarda relación con el auge de la extrema derecha en Andalucía. El párroco es de piel negra e indio de origen. “Su llegada a Benajarafe, coincidiendo con el auge de Vox ha sido la combinación perfecta para que los más jóvenes del municipio se sientan inmunes a la hora de faltar el respeto a una persona de piel negra”, señalan desde el pueblo a este periódico.

Afirmaciones que desmienten a ElPlural.com los propios ‘agresores’: “La gente se guardaba los porros porque viene la Policía y el tío (en referencia al sacerdote) le decía a los guardias dónde los tenía escondidos. Buscaban en los árboles y todo. Eso ha sido la guerra”.

En definitiva, los acusados de sembrar el pánico en la plaza principal de Benajarefe (ubicada junto a la Iglesia y la casa del cura, el consultorio médico e instalaciones municipales) minimizan el asunto a un problema de convivencia. Molestias por el ruido, incomodidad por la acumulación de cáscaras de pipas y litros de Cruzcampo, así como el hecho de estar drogándose (porros principalmente) junto a la Iglesia.

“Aquí lleva esto de ‘to’ la vida. La típica plaza de pueblo. Aquí no tenemos ‘’. ¿Nos vamos a ir al Paseo Marítimo a fumar y a beber, donde nos vea ‘to’ la gente? Yo se lo comenté ayer a la Policía Local: ‘Agente, ¿qué nos vamos, al paseo marítimo donde está ‘to’ la gente?’. Aquí en verdad es donde nos juntamos”, explica uno de los chavales del municipio.

Sus explicaciones no convencen a muchos de los vecinos, que dicen acudir con miedo a misa. En este sentido, el padre Jesús explica a este periódico que “sólo si los jóvenes ven juntos a todos los feligreses tendrán miedo y sabrán que esto no es un juego”.

Por ello, han convocado una manifestación este domingo a las puertas de la parroquia bajo el siguiente mensaje por ‘WhatsApp’: “Estáis todos al corriente del problema de vandalismo que tenemos en el pueblo con esos jóvenes que tomado el centro. No solo amenazaban al cura y los vecinos simplemente por mirarlos (…) sino que también han hecho destrozos en nuestro querido Benajarafe (…) Es por eso que convocamos a todos este domingo a misa por la mañana. Quedamos un rato antes para concentrarnos delante de la Iglesia y poder hacer una fotografía para enviar un comunicado a la prensa”.