La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una advertencia sobre el incremento global de casos de Covid-19 vinculados a una nueva variante del virus SARS-CoV-2, identificada como NB.1.8.1. Aunque por el momento no se considera que represente una amenaza grave, la organización ha decidido incluirla en su lista de variantes bajo vigilancia, dado su crecimiento en distintos puntos del planeta.
Esta nueva variante, derivada de la recombinante XDV.1.5.1, fue detectada por primera vez el pasado 22 de enero de 2025. Desde entonces, su presencia ha ido en aumento, y hasta el 18 de mayo se habían registrado al menos 518 secuencias genómicas asociadas a NB.1.8.1, procedentes de 22 países. Esto representa un 10,7% del total de secuencias compartidas a nivel mundial durante la semana epidemiológica 17, correspondiente al periodo del 21 al 27 de abril.
Pese a este crecimiento, la OMS ha querido enviar un mensaje de calma y ha calificado el riesgo actual para la salud pública como “bajo”. Además, ha señalado que las vacunas actualmente disponibles contra la Covid-19 continúan siendo efectivas frente a esta variante, tanto en la prevención de síntomas leves como en casos graves.
¿Qué se sabe de esta variante?
El informe técnico, publicado el 23 de mayo por el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución de los Virus (TAG-VE, por sus siglas en inglés), constata que, aunque NB.1.8.1 ha ganado terreno en comparación con otras variantes en circulación, su prevalencia todavía está lejos de la que ha tenido, por ejemplo, la variante LP.8.1, que representa un 39% de los casos registrados, si bien esta última se encuentra en declive.
Lo que sí preocupa a los expertos es la velocidad con la que ha aumentado la presencia de NB.1.8.1. En solo cuatro semanas, su proporción a nivel global ha pasado del 2,5% al 10,7%. En regiones como el Pacífico Occidental, la prevalencia ha subido del 8,9% al 11,7%. En América, se ha multiplicado del 1,6% al 4,9%, y en Europa ha pasado del 1% al 6%. En cambio, en el Sudeste Asiático solo se han detectado cinco secuencias, y en África y el Mediterráneo Oriental no hay constancia de su presencia.
Aunque se han notificado incrementos de casos y hospitalizaciones en países del Pacífico Occidental, donde la variante es más común, no hay datos que sugieran que provoque cuadros más graves que las variantes anteriores. Tampoco se han observado cambios sustanciales en su capacidad para evadir la inmunidad adquirida, más allá de una leve diferencia frente a LP.8.1.
En respuesta a esta evolución, la OMS ha emitido nuevas recomendaciones dirigidas a los Estados miembros. Entre ellas, destaca la realización de estudios de neutralización con sueros humanos y de modelos animales para medir la efectividad inmunitaria frente a NB.1.8.1. Asimismo, se insta a realizar un seguimiento continuo de los indicadores clínicos que pudieran señalar un aumento en la gravedad de los casos.
El organismo también ha reiterado su compromiso de seguir evaluando el impacto de las nuevas variantes sobre la eficacia de las vacunas, en colaboración con su Grupo Técnico Asesor sobre la Composición de las Vacunas.
Recomendaciones
Ante este escenario, la OMS ha solicitado a los Estados miembro reforzar la vigilancia genómica y realizar ensayos de neutralización utilizando sueros humanos y modelos animales. También recomienda evaluar continuamente posibles cambios en la gravedad de los casos para detectar cualquier evolución preocupante.
Además, se mantiene activa la evaluación del impacto de las variantes sobre la eficacia de las vacunas, un trabajo que se realiza junto al Grupo Técnico Asesor sobre la Composición de las Vacunas contra la Covid-19. La organización ha adelantado que esta evaluación será actualizada conforme se obtengan nuevos datos, y ha insistido en que, aunque la vigilancia debe continuar, no hay motivos para el alarmismo en este momento.