Estos días ha vuelto a estar presente en la agenda pública la futura Ley de Familias, noticia que aprovechamos para reflexionar sobre las brechas de género existentes en nuestro país en materia de cuidados.

En España, respecto al tiempo que, de media, hombres y mujeres destinan al cuidado, el estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas, publicado este mes de enero, recoge que mientras los hombres de media reconocen dedicar al cuidado de hijos e hijas 229 minutos al día, la media diaria de las mujeres asciende a 412 minutos. Si se trata del cuidado de personas enfermas, los minutos dedicados por mujeres y hombres se aproximan, 365 minutos ellas y 314 los hombres.

En nuestro país, se da un paso importante en la consecución de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, en la promoción de la conciliación y el principio de la corresponsabilidad entre ambos progenitores con la aprobación del Real Decreto-Ley 6/2019, de 1 de marzo, al establecer a partir del año 2021, la misma duración del permiso por nacimiento por cuidado de hijo o hija, 16 semanas, para los dos progenitores con carácter individual e intransferible.

A pesar de los avances legislativos reconociendo carácter individual e intransferible de los permisos, los datos siguen poniendo de manifiesto que los cuidados siguen siendo asumidos por las mujeres de forma mayoritaria, especialmente los no retribuidos como las excedencias mientras que los retribuidos, permiso por nacimiento son solicitados mayoritariamente por el 2 º progenitor, en la mayoría de los casos normalmente el padre.

Ante esta situación, una vez más insistimos en la necesidad de contar con permisos retribuidos para el cuidado familiar, de carácter individual e intransferibles, para eliminar los obstáculos relacionados en el acceso al empleo, así como evitar el abandono temporal del empleo o la renuncia involuntaria a una promoción profesional por parte de las mujeres.

Desde UGT llevábamos años reivindicando la transposición de la Directiva europea de 2019, relativa a la conciliación de la vida familiar y vida profesional de los progenitores y los cuidadores. El plazo para integrar en nuestro ordenamiento esta norma europea finalizó el 2 de agosto de 2022.

La transposición finalmente se llevó a cabo con la aprobación del Real Decreto Ley 5/2023, de 29 de junio. En nuestra opinión, la transposición se hizo de forma incompleta e insuficiente, lo cual está produciendo dificultades en el ejercicio de los nuevos derechos por parte de las personas trabajadoras.

Por ejemplo, quedaron sin resolver cuestiones fundamentales como, la retribución del nuevo permiso parental, la idoneidad de haber introducido el término laborables en los días de permisos retribuidos y la mayor concreción del derecho a la ausencia por causa de fuerza mayor.

Recientemente el Consejo de Ministros aprueba el pasado 27 de febrero el proyecto de Ley de Familias, retomando la iniciativa que decayó por la convocatoria anticipada de elecciones.

El carácter no retribuido de los permisos es contario a la finalidad prevista en la Directiva cuyo objetivo es fomentar el ejercicio corresponsable de los cuidados y garantizar la aplicación del principio de igualdad y de oportunidades en el mercado laboral.

Además, quiero reclamar, que como sindicato más representativo, es imprescindible que esta propuesta de Ley, sea consultada en el marco del Diálogo Social.

Por último, entender la corresponsabilidad implica un esfuerzo en inversión pública y prestaciones que garantice unos servicios públicos de calidad, asequibles y accesibles con unas condiciones dignas de trabajo en un sector invisibilizado y precarizado (ocupado mayoritariamente por mujeres).

Cristina Antoñanzas Peñalva 
Vicesecretaria General de UGT