En Estados Unidos ha surgido un debate dentro del seno del obispado católico, donde se está desaconsejando a los fieles que no se vacunen con las dosis de la compañía Johnson & Johnson, dado que en su producción se han utilizado células de fetos abortados.

La Conferencia de Obispos Católicos ha considerado por medio de un comunicado el dilema respecto a dichas inyecciones contra el coronavirus: "La aprobación de la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson para su uso en los Estados Unidos vuelve a plantear preguntas sobre la permisibilidad moral de usar vacunas desarrolladas, probadas y / o producidas con la ayuda de líneas celulares derivadas del aborto", señalan medios estadounidenses.

Los dirigentes religiosos argumentan que la diferencia entre esta vacuna con las de Pfizer o Moderna está en que en las últimas se utilizó una línea celular derivada del aborto para probarlas, pero no en su producción.

"Cuando las vacunas Covid-19 éticamente irreprochables no están disponibles... es moralmente aceptable recibir vacunas Covid-19 que han utilizado líneas celulares de fetos abortados en su investigación y proceso de producción", argumentan a su vez los obispos.

A falta de opciones, recomiendan su uso

Los representantes religiosos aluden a la libertad de elección entre las diversas opciones de vacuna, aunque dejan caer que es mejor optar por las que no guarden relación con el aborto.

"Por lo tanto, si uno tiene la capacidad de elegir una vacuna, se deben elegir las vacunas de Pfizer o Moderna en lugar de las de Johnson & Johnson", aseguraron.

"Si bien debemos seguir insistiendo en que las empresas farmacéuticas dejen de usar líneas celulares derivadas del aborto, dado el sufrimiento mundial que está causando esta pandemia, reafirmamos que vacunarse puede ser un acto de caridad que sirve al bien común", añadían.

La realidad es que ninguna de las dosis que se están administrando a lo largo y ancho del mundo contienen tejidos fetales. Las líneas de células fetales se cultuvan en laboratorios, estas proceden de células extraídas de tejido fetal de abortos voluntarios en los años setenta y ochenta.