El lince ibérico, un rara avis de entre los felinos, ha decidido hacer diversas apariciones por su tierra natal, la península ibérica, estas últimas semanas. Tres décadas llevaba sin desfilar por la Comunidad de Madrid este carnívoro de tamaño medio, pero este miércoles uno de sus ejemplares ha decidido darse un paseo por una gran ciudad madrileña. La pasada semana fue avistado a unos veinte kilómetros de Sevilla la Nueva, pero esta vez la ubicación elegida por el animal se situaba algo más al norte.

El felino ha ido a parar concretamente a Boadilla del Monte, un municipio madrileño de poco más de 60.000 habitantes. Paseaba por las inmediaciones de la Ciudad Financiera del Banco Santander, sede de la entidad bancaria, según han informado los servicios de Emergencias 112 Comunidad. Rápidamente, los efectivos han redirigido al felino a una zona forestal segura, puesto que en el momento de su localización se encontraba en un nudo de carreteras donde estaba expuesto a un fuerte peligro.

La última foto tomada a un lince ibérico en Madrid data de 1993, motivo por el que se ha aprovechado para documentar la situación y obtener una muestra de pelo para su posterior análisis genética. La Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ya confirmó la semana pasada el retorno del animal a la Comunidad, procedente de Toledo. En el video compartido por Emergencias puede verse como el lince pase tranquilamente por Boadilla, sin alertarse por la presencia de personas.

Luis del Olmo, director general de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Comunidad, ha explicado que estas apariciones se deben a un trabajo de reintroducción de la especie para el que se está realizando sueltas controladas. "Trabajamos con un escenario de colonización natural del lince ibérico, con la introducción de ejemplares a Madrid a través de los corredores de los valles del Alberche y Guadarrama", ha señalado.

Más allá de la sorpresa para los vecinos, la presencia de ejemplares de lince ibérico es una gran noticia para una especie que estuvo a punto de desaparecer. A cierre de 2022, la población documentada entre España y Portugal ascendió a los 1.668 ejemplares, según un informe realizado por el grupo de trabajo del lince ibérico. Esta es la cifra más alta desde que se realizan programas de conservación de la especie y representa un aumento muy significativo, ya que, veinte años antes solo se contabilizaban 100 linces, momento de casi extinción de la especie.  

No obstante, el organismo coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se ha centrado únicamente en las comunidades de Andalucía, Castilla – La Mancha y Extremadura, únicos tres territorios con presencia estable del lince. A estas se han sumado las contabilizadas por las autoridades de Portugal, pero, atendiendo a las apariciones de estas semanas en Madrid, podría existir una mayor presencia del animal, o simplemente puede deberse a su movilidad.

Primer chacal dorado

Está siendo una buena semana para la presencia de fauna salvaje poco común en tierras españolas. Este mismo martes, Proyecto Lobo, asociación de científicos, estudiantes y naturalistas centrados en el censo del lobo ibérico, dieron parte del “primer registro en España de cánido silvestre compatible con chacal dorado”. De confirmarse el avistamiento, todavía en fase de comprobación, estaríamos ante la primera documentación de este mamífero carnívoro muy parecido, en apariencia, al lobo en España.

En los vídeos compartidos por la asociación, se observa un cánido silvestre, por su mímica corporal integrado en el medio, mayor que un zorro rojo "Vulpes vulpes", depredando sobre un coleóptero en las proximidades de un excremento de ganado”. El avistamiento no ha tardado en hacerse viral y múltiples personalidades políticas se han mostrado sorprendidas por la aparición de este mamífero de no más de un metro que suele habitar en zonas con climas distintos, como los Balcanes, Indochina o Rusia.