El pasado viernes, tras un reportaje sobre la adicción a los videojuegos emitido en el Telediario, TVE recibió incontables críticas. La información hacía referencia a jóvenes adictos como "los Hikikomoris españoles", a los que se llama así, según la pieza de la televisión pública porque no salen de sus cuartos y "viven atrapados en la pantalla".

Uno de los primeros en cargar contra la emisión fue Martí Suau, un joven que participó en él y que estuvo en terapias de Proyecto Hombre sobre chavales adictos a las nuevas tecnologías. Para ello elaboró un hilo en Twitter en el que tiró por tierra la pieza realizada por TVE

En el reportaje, Suau declaró que entró en Proyecto Hombre  "bajo la presión" de su padre, que estaba "obsesionado con la certeza de mi 'adicción' a los videjojuegos". El joven recordó que "a las pocas semanas de ingresar, me dijeron que no era adicto a los videojuegos, que mi problema era gestión emocional y que eso hacía que me refugiase en los videojuegos".

Suau aseguró que durante medio año le ayudaron "a ver lo que era ser asertivo, no dejarme pisotear por todo el mundo para contentar a cualquiera y lograr ser capaz de encararme y afrontar los problemas y a las personas". También explicó que los padres acuden a terapia una vez por semana "porque son los que tienen muchas cosas más que trabajar". Indicó que el perfil "casi siempre es el mismo:  o por mimar al hijo o por despreocuparse de él"

Contextualizado el problema, el joven criticó duramente a TVE por manipular sus palabras en una entrevista en la que participó pensando que era para un documental. Suau recalcó que relató su experiencia y que incluso le sirvió como ejercicio "terapéutico". Además, reiteró que el mensaje que intentó dar con la entrevista es radicalmente opuesto al que se publicó en el Telediario. "Acaban usando exclusivamente lo siguiente: ' Los videojuegos es que me presentan una alternativa; una ficción que atrae mucho; un refugio seguro'", subrayó Suau.

Suau continuó su hilo en Twitter alegando que "les ha servido de maravilla para lo que intentan, desinformar en esta noticia", que tacha de "manipuladora y casposa". El joven sostiene que aportó las razones por las que los videojuegos suponen "un refugio seguro", aunque bajo su punto de vista "no les interesaba tanto enseñarlo". Por último, lamentó el hecho de no haber podido mandar un mensaje positivo. "Y al final, qué sorpresa, inocente de mi, que me encuentro con que manipulan, cortan mi mensaje para sacar lo que les interesa", indicó.  "La misma mentira de siempre con el tema de los videojuegos, cayendo en estereotipos de violencia y en que la culpa es de dicha violencia".