Nicolás fue multado el 4 de septiembre de 2019 por hacer nudismo en una playa de San Pedro del Pinatar de acuerdo con una ordenanza aprobada en 2017 por este Ayuntamiento, gobernado por el PP, que prohíbe esa práctica.

A pesar de que desde la Federación Española de Naturismo (FEN) se ha advertido en varias ocasiones de que esta norma es “ilegal e inconstitucional”, y de que hay en contra la resolución del Defensor del Pueblo, la Proposición No de Ley para la protección del Naturismo de la Región de Murcia y el dictamen del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que recoge que la desnudez está protegida por el Artículo 10 de la Convención, el Consistorio nunca ha dado marcha atrás y la ha mantenido.

Cuando este enfermero jubilado de 68 años fue sancionado, todo hacía pensar que el asunto no pasaría de una mera anécdota, sin embargo, más de año después, aquel baño en el mar sin bañador se ha convertido en una pesadilla.

Presentó alegaciones hasta en tres ocasiones, y finalmente la administración local dejó caducar el expediente sancionador, ya que existe un plazo de seis meses para su resolución.

Sin embargo, la sorpresa llegó cuando Nicolás recibió otra multa por ese mismo episodio. El motivo de la sanción se había modificado, y en lugar de por practicar nudismo, era por desobediencia a la autoridad, lo que eleva la categoría de la sanción de leve a grave y, por tanto, modifica la cuantía que se reclama. De los 200 euros que contemplaba la primera se pasa a 751.

Nicolás no entiende nada. Cabe destacar que en este municipio hay playas de larga tradición nudista que se remonta, incluso, a los últimos años de la dictadura franquista.

“Llevo bañándome desnudo desde los 15 años”, cuenta a ELPLURAL.COM, subrayando que “no le hago daño a nadie”y que “de toda la vida se ha practicado nudismo en esa playa”.

Ismael Rodrigo, portavoz de la FEN, tiene claro que “lo dejaron caducar porque saben que no hay ninguna base legal para defender esa ordenanza”, pero le ha sorprendido esta vuelta de tuerca que el Ayuntamiento ha dado.

“Dicen que él mismo reconoce la desobediencia en las alegaciones que presentó al primer expediente, lo cual no es cierto”, subraya. “Me dijeron que me pusiera el bañador y yo me lo puse”, recuerda por su parte Nicolás, precisando que lo que sí hizo fue, conocedor de que la Ordenanza no es acorde a derecho, sacárselo para bañarse cuando los agentes se fueron.

Rodrigo alerta de que el Consistorio no ha aplicado el principio non bis in idem, por el que se prohíbe que un mismo hecho resulte sancionado más de una vez, y que ha ignorado la correcta interpretación del concepto de desobediencia.

En unas semanas Nicolás, que se siente víctima de la cruzada antinudista de San Pedro del Pinatar, presentará de nuevo alegaciones, las últimas a las que tiene derecho; pero si se desoye su exposición, está dispuesto a acudir a los tribunales. De hecho, ya tiene letrado para llevarle el caso. 

El PLURAL.COM se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar, que ha rehusado hacer declaraciones sobre lo que definen como “un simple, puro y llano expediente sancionador”. En la respuesta que desde esta administración se ha dado a Nicolás sí figura que “ha caducado el expediente iniciado por desnudez integral, pero se incoó uno nuevo por desobediencia, ya que la infracción aún no estaba prescrita”, lo cual, recalca, es falso, ya que sí habían pasado los 6 meses en los que una falta leve prescribe.

Mientras, él confiesa a este medio que, al igual que otros muchos nudistas, ha dejado de ir a esa playa “porque es muy incómodo estar pendiente de si va a ir la policía o no”. Sigue residiendo en esta localidad de Murcia porque le encanta el mar, pero reconoce que cada vez se le hace más difícil, ya que en los últimos meses ha vivido algunos episodios que parecen fruto de una orquestada campaña de acoso. Eso sí, aunque a veces cae en el desánimo, está dispuesto a llegar hasta donde haga falta para defender que “nadie tiene derecho a decirle cómo bañarse”.