Los nuevos límites de velocidad para vías urbanas y travesías ya están en vigor en toda España, entre ellos los 30 kilómetros por hora en las ciudades, una medida, que según la Dirección General de Tráfico, ha estado motivada por la demanda de los ayuntamientos. La Guardia Civil ha explicado, a través de su cuenta de Twitter, que contribuirá a tener "cinco veces menos riesgo de que un peatón fallezca atropellado" y "mejorará la convivencia y la movilidad sostenible".

De 100 a 600 euros

La medida afecta aproximadamente al 70 % de las calles españolas y los límites son obligatorios para los coductores, que se arriesgan a multas de entre los 100 euros y los 600 euros, si no respetan la medida, e, incluso, pueden perder hasta 6 puntos en el carnet de conducir.

Desde este 11 de mayo, el límite de velocidad en vías urbanas es de 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera; de 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación y de 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación. En septiembre, Bilbao se adelantó y fue la primera ciudad del mundo de más de 300.000 habitantes en limitar a 30 km/h la velocidad.

Para ayudar a implantarlo, la DGT y la Federación Española de Municipios y Provincias han lanzado un manual que orienta a los ayuntamientos y entidades locales. El documento contempla 32 situaciones reales y ejemplos.

Drástica reducción de muertes de peatones

Según la DGT y otros estudios, la probabilidad de morir en caso de atropello es de un 15 % si se circula a 30 km/h y aumenta a un 85 % a 50 km/h. Otra de las ventajas es que contribuye a bajar la contaminación y el ruido. La medida está incluida en la Agenda 2030 para hacer más seguras las ciudades.

En 2019, la siniestralidad en las carreteras se redujo el 6 % mientras que se incrementó en la misma proporción en las ciudades. Ese año, el 82 % de los 519 fallecidos en accidente en una calle fueron peatones, ciclistas y motoristas.

Las ciudades más importantes ya recogen la reducción de la velocidad a los 30 kilómetros por hora. En Madrid se aplica desde octubre de 2018, cuando se cambiaron las señales y se espera que afecte al 90% de las vías. En Barcelona se estableció en 2007 y más de la mitad de las calles (52,3 %) ya tenían el límite a 30 a finales del 2019. La previsión es que antes de que acabe este año afecte al 75 % de las vías.