No han pasado 24 horas desde que comenzara el terrible incendio en Valencia que ha acabado, por ahora, con la vida de cuatro personas y mantiene a 14 vecinos desaparecidos, y el protagonista de la historia es el poliuretano de la fachada. Un elemento altamente inflamable y muy habitual en la construcción durante los años de la conocida como burbuja inmobiliaria. Es uno de los materiales más usados en las edificaciones entre los 2000 y 2010.

Es muy barato, pero peligroso, especialmente cuando no se utiliza de forma correcta, como parece que ha sucedido en las dos torres de viviendas del barrio de Campanar. A estas alturas, que este revestimiento ha sido el culpable -o al menos clave- de la propagación tan agresiva de las llamas, conocida como "efecto chimenea", es casi una confirmación -a falta de una investigación oficial- a la luz de las declaraciones de los expertos.

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Estos apuntan a que este elemento "cuando se calienta es como un plástico" y "prende". Nunca antes se había producido un siniestro parecido en España pero sí en otros lugares del mundo, por lo que ahora el foco está puesto en qué ha fallado. Mientras Ramón Gutiérrez, delineante, asegura ante ElPlural.com que "no es muy normal meter tanto poliuretano en la fachada", Diego Toribio, arquitecto, apunta a la "imagen" frente al "rigor" en el levantamiento de este edificio, construido en el año 2009. 

Un elemento "más barato" pero peligroso

En declaraciones a este diario, Ramón Gutiérrez, profesional experto en la materia, vislumbra que ha sido con toda probabilidad el uso del poliuretano en la fachada de las dos torres lo que ha provocado el virulento incendio en pocos minutos. "Por eso ha ardido, porque el fuego ha llegado al poliuretano, y es altamente inflamable", asegura el delineante, que confirma que "se usa mucho" en construcción aunque ya no es un habitual de los exteriores precisamente por el riesgo que conlleva en términos de seguridad.

Las llamas han hecho valorar si ese edificio pasó los controles correspondientes, pero cabe señalar que en el momento de la construcción, el poliuretano no era considerado peligroso. De hecho, actualmente no está prohibido su uso, es legal, aunque sí ha pasado a un segundo plano y se le instalan barreras a modo de cortafuegos para impedir la propagación del fuego. "Ahora, meter tanto poliuretano en la fachada... luego pasa lo que pasa", afirma Gutiérrez, quien asegura que "no es muy normal que se use tanto en fachadas" en la actualidad.

No es muy normal meter tanto poliuretano en la fachada

Su utilización sí estaba muy extendida en la época de la burbuja inmobiliaria dado que "es más barato" que otros materiales. Sin embargo, se puede conseguir el mismo efecto estético con otros productos, como ladrillos o plaquetas -una especie de azulejo para exterior-. "Cualquier cosa que no necesite poliuretano", asegura el experto, que explica que este "rellena y pega" e implica menos costes. "Hay muchos materiales bonitos y no peligrosos", defiende en declaraciones a este medio. Además, no se aisló correctamente este producto.

El debate que ha abierto lo sucedido en Valencia pivota entorno a si es necesario regular de forma explícita su empleo en futuras construcciones, pese a que ya no sea tan habitual. Gutiérrez confía en que, si no se ha hecho ya, se haga más pronto que tarde. Actualmente el poliuretano tiene que cumplir una normativa para su dedicación como aislante térmico -principal servicio de este elemento- en la edificación tanto para el proyectado como el inyectado que pasa por su calidad y su instalación, especialmente para la seguridad de los trabajadores del sector y los habitantes.

La "imagen" frente al "rigor"

Ante lo ocurrido son muchas las voces de expertos que han saltado a los medios de comunicación y las redes sociales para intentar esclarecer qué ha sido lo que ha hecho arden en solo media hora un edificio relativamente moderno. El arquitecto Diego Toribio ha elaborado un esclarecedor hilo en su perfil oficial de X, antes conocido como Twitter, para explicar algunos datos al rededor de la construcción calcinada en Valencia. Un caso,a su juicio, de "imagen" frente al "rigor".

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Haciendo mención tanto al vídeo promocional de la promotora Fbex como a las declaraciones de la perito del complejo, Esther Puchades, el profesional ha sostenido que, teniendo en cuenta que el poliuretano "se quema deprisa si no es adecuadamente ignífugo", hay que sumar que el sistema de ventilación de la fachada con el supuesto mecanismo de sándwich "tipo Alucobond" ha hecho que la propia fachada haya "funcionado como una chimenea con tiro de aire vertical impulsada por el viento" que ha habido estas últimas horas en Valencia.

"Cuando una espuma o plancha de poliuretano no tiene aditivos ignífugos o no retrasa la propagación del fuego pasa esto. La cámara de aire ha propagado el fuego en vertical y hacia los laterales y el propio material ardiendo ha caído por gravedad", destaca a lo largo del hilo, en el que apunta a que otra opción es que la capa media del propio sistema Alucobond anunciado por Fbex fuera directamente de poliuretano, lo que conllevaría la misma problemática. "Un horno para pizza", sentencia.

Ha funcionado como una chimenea

Además, Toribio hace alusión al Código Técnico de la Edificación en España, en concreto el DBSI o Documento Básico de Seguridad contra incendios. Este indica que, en un edificio de las características del qué ha ardido, "los sistemas de aislamiento en fachada deben ser del tipo A2-s3, d0. Según norma UNE-EN 13501-1: No combustible, sin contribución al fuego, producción alta de humos, sin gotas", algo que no parece haber ocurrido en este edificio, construido antes del 2019, cuando se estableció esta normativa.

Por su parte, la vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de València (Cogitival) y perito que analizó el edificio hace unos años, Puchades, ha confirmado estas versiones y ha considerado que este suceso puede marcar "un antes y un después en España". Hasta ahora en nuestro país no se había producido ningún siniestro similar, aunque sí se han vivido en Londres -en la torre Grenfell, en el año 2017- o en China, por lo que podría cambiar los reglamentos actuales de nuestro país.

 

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