En 2019, Madrid era la región que más crecía en número de habitantes por tercer año consecutivo, una curva que se torció en el primer semestre de 2020, cuando registró un saldo migratorio negativo, por el impacto del coronavirus en la vida cotidiana de los ciudadanos y sus consecuencias para la economía. Se trata del primer descenso desde la segunda mitad de 2010.

El año pasado, el número de ciudadanos que decidieron irse de Madrid a otras provincias fue superior al de los que se trasladaron a la capital, siempre vista como un lugar con mejores expectativas laborales.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), citados por Voz Pópuli, la población de Madrid se redujo en 1.264 personas entre enero y junio pasado, frente a las 920 personas que perdió hace una década.

Los destinos elegidos por los madrileños

El número de traslados a la capital se redujo hasta los 21.489 personas en el primer semestre del año pasado, lo que representa casi la mitad de los registrados en los últimos seis meses de 2019 (37.780 personas). A esta cifra hay que sumar los madrileños que se marcharon fuera, por ejemplo a una segunda residencia gracias al teletrabajo, o aquellos ciudadanos que decidieron regresar a su ciudad natal por la crisis económica.

Los residentes en la Comunidad de Madrid que optaron por marcharse eligieron, principalmente, provincias como Toledo y Guadalajara o sitios con mar, como Valencia, Alicante, Murcia, Barcelona o las islas. El perfil de estos migrantes corresponde a matrimonios desde los 34 años con hijos pequeños.

Los jóvenes siguen apostando por la capital

Sin embargo, el número de jóvenes de entre 19 y 34 años que se trasladaron a Madrid fue superior al que decidió abandonar la capital por la suspensión de las clases o por la falta de ofertas laborales. También fue mayor el número de extranjeros que llegaron que los que salieron. La población lationamericana, especialmente procedentes de Colombia, Venezuela, Perú y Honduras, fue la que más aumentó.

Es todo lo contrario de lo que sucedió con los españoles, que se marcharon 3.368 más de los compatriotas que regresaron de otros países.