La crisis del coronavirus ha afectado en todos los sectores de la sociedad, también en la movilidad empresarial. Con los datos de cambios de domicilio, la Comunidad de Madrid es la única región española que mantiene un saldo positivo desde septiembre de 2019. Es decir, registra más nuevas empresas en su territorio de las que se marchan.

Sin embargo, el balance desvela un dato clave no tan positivo. Cinco de las diez grandes empresas nacionales que han optado por mudarse se han marchado de la Comunidad de Madrid durante la pandemia, es decir, la mitad, según explica La Información.

Una de las empresas que ha optado por cambiar su sede es Iberdrola Generación Nuclear, una filial de Iberdrola, con una facturación de 1.140 millones de euros en 2019, que se mudó en el mes de junio de Madrid a Bilbao. Además, empresas como Bunge Ibérica, Alú Ibérica VL, Alú Ibérica LC y Grupo Alvic FR Mobiliario se marchan de la comunidad, dejando a la capital con un saldo negativo por facturación de 4.476 millones de euros en 2020.

De esta forma, Madrid registra el mayor flujo de compañías a nivel anual, tanto en operaciones de salida de entrada. Por un lado, Bunge Ibérica se mudó a Sant Just Desvern (Barcelona) en junio tras registrar un mayor volumen de ventas de sus productos agrícolas. En este caso la mudanza corresponde a motivos estratégicos ya que cuenta con una de sus tres plantas en la Ciudad Condal.

Otra de las empresas que abandona Madrid es Alú Ibérica, la antigua Alcoa, que muda además sus dos divisiones hacia Arteixo (Galicia) y Avilés (Asturias). Las productoras de aluminio abandonaron la capital en mayo y abril tras facturar 132.029 y 173.564 millones de euros, respectivamente, en 2018. La lista termina con el traslado del fabricante de mobiliario Grupo Alvic a Andalucía, con unas ventas de 152.864 millones en 2018.

El pasado año fue un año repleto de cambios y también se reflejó en la mudanza de empresas. Sin embargo, muchos de ellos corresponden al movimiento de una gran compañía a la que siguen sus empresas relacionadas. Así, a final de año cuatro comunidades contaban con un saldo negativo: Castilla y León, Cataluña, Ceuta y Navarra. De hecho, Cataluña es la región peor parada en cuanto al número de empresas perdidas, con un déficit de 37 sociedades.