Desde que empezó la pandemia, el coronavirus no ha dado ni un respiro. En un principio, y tras la “nueva normalidad”, parecía que la situación estaba cediendo, pero no fue así. Desde hace unas semanas, la Covid-19 se ha propagado de manera exacerbada.

Por ello, el Gobierno de España ha tenido que poner medidas más estrictas para frenar la pandemia, como el cierre del ocio nocturno, el límite de aforo o el cumplimiento de la distancia de seguridad.  

El uso de mascarillas también se ha impuesto de manera obligatoria para garantizar la seguridad a los ciudadanos, independientemente de que se pueda mantener la distancia de seguridad o no.

Sin embargo, hay una parte de la población que cree en teorías conspiratorias sobre el coronavirus y se niega a llevar mascarillas. De hecho, el pasado domingo se concentraron centenares de personas en la Plaza de Colón para manifestarse contra el uso de la mascarilla, ya que consideran que es “ridícula” y un “recorte” de libertades.

Por consiguiente, estas personas se enfrentan a multas de hasta 30.000 euros por incumplir la norma establecida del Real Decreto-ley. Aunque España no es el único país que ha impuesto multas por desobedecer esta exigencia.

Apuestas Deportivas ha investigado qué ciudades de Europa imponen multas y dónde son más caras.

Las multas más caras

La sanción más alta por no usar mascarilla tanto en lugares cerrados como en transporte público es en Roma, que va de los 400 euros hasta los 3.000. Por otro lado, Eslovenia únicamente niega el acceso al transporte público sino llevas la mascarilla.

Bruselas encabeza la segunda posición en esta lista, con una penalización de 250 euros, seguida de Atenas y Sofía, con multas es de 150 euros.

Londres, Madrid y Ámsterdam sancionan con 110, 100 y 95 euros respectivamente a quienes no utilicen esta protección. En cuanto a Suiza, República Checa o Hungría, no concretan las cantidades, pero oscilan entre los 127 y 150 euros.

Por otro lado, Dublín y Luxemburgo son las ciudades que menos sanciones ponen, con 25 euros. Pero, si la falta se repite, el precio aumenta.

En Dublín la segunda multa puede aumentar a 50 euros y una tercera puede llegar hasta 100 euros. En Luxemburgo, las faltas que se repitan deberán pagar 50 euros.