Al igual que el dilema de el vestido que era azul y negro, o blanco y dorado, ahora es una zapatilla la que se puede ver de dos maneras diferentes. Sin embargo, está circulando que, en este caso, depende de cómo veas la zapatilla, en tu cerebro domina el hemisferio izquierdo o el derecho.

“Si el hemisferio derecho domina tu cerebro, la verás de color rosa y blanca; si controla el hemisferio izquierdo, la verás gris y turquesa”, escribió en un tuit el usuario Saudat Salami, que ya cuenta con más de 1.500 retuits.

Aunque, tal y como cuentan en Verne, esto no es más que un bulo. Según ha explicado José Antonio Aznar, profesor catedrático de Percepción y Atención Visual en la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona, al medio citado “es una falacia increíble sin ningún rigor científico”.

Lo que captamos con el ojo va a parar a los dos hemisferios cerebrales. Si que hay diferencias entre hemisferios cuando se trata del lenguaje o la percepción espacial, pero jamás en lo relacionado a la percepción del color”, continuó diciendo.

En 2017, quien hizo viral el dilema de los colores de estas zapatillas hace dos años, el desaparecido usuario de Twitter @Vitalisioo, explicaba que esa imagen la encontró en la red social de Instagram y que, para corroborar, buscó en el catálogo de la marca y solo aparecía el modelo en rosa y blanco, por lo que no se entiende por qué hay personas que ven la zapatilla en tono gris y azul.

En su momento, cuando surgió la duda sobre de qué color era el vestido, el medio contactó con Julio Lillo Jover, catedrático de Ergonomía de la Universidad Complutense de Madrid, y coautor de Percepción del color y daltonismo, y explicó que todo consistía en la constancia parcial del color, lo que hace que se tienda a ver los mismos colores, aunque varíe la iluminación.

Respecto a la fotografía de la zapatilla, es imprecisa, porque no se puede saber si estamos ante una zapatilla gris bajo una luz rosada, o una rosa bajo una luz azulada. La imagen no proporciona la suficiente información, ni el contexto, para que nuestro cerebro la pueda percibir sin ambigüedades, por lo que se interpreta según el contexto en el que veamos la foto, como la pantalla o la luz ambiental. Por otro lado, una vez que veamos la imagen de un color, nuestro cerebro tiende a verla siempre de la misma manera.