Karlos Arguiñano ha mostrado su lado más íntimo y triste, lejos del habitual tono bromista al que tiene acostumbrado a los espectadores que le ven cada día en sus fogones. Invitado por Pablo Motos, en El hormiguero, el popular chef ha hablado de uno de los episodios más duros de su vida, la muerte de dos hijos. "Nacieron muertos", ha explicado.

Fue un duro golpe para su matrimonio, según ha confesado Arguiñano, y en aquel momento lo que más le preocupó fue el bienestar de su mujer. "Yo animaba a mi mujer diciéndole que no se preocupase porque tenía a un pedazo de marido y se intentaría todas las veces que hiciesen falta”, ha contado sobre cómo intentaba estar a la altura de un momento tan delicado como ese.

"Luego vinieron siete"

La pareja superó aquel acontecimiento y volvieron a ser padres. “Luego vinieron otros seis y una que tengo adoptada, pues ya son siete”, ha contado en El hormiguero Karlos Arguiñano muy orgulloso de su familia.

Para quitar hierro al asunto ha sacado su lado más divertido y ha asegurado que entre tantos hijos y nietos ahora lo que más le cuesta es aprenderse el nombre de todos y no equivocarse al nombrarles.

El cocinero también habló de lo que hemos vivido, como país con la pandemia del coronavirus y lo que vendrá. "Antes del confinamiento éramos felices y no lo sabíamos. Poco a poco tenemos que ponernos en marcha, porque lo que viene es igual o peor que la pandemia", ha afirmado.