Karlos Arguiñano ha mostrado su alegría por el Premio Nacional de Televisión 2021. "Todos los premios agradan, pero éste es especial porque reconoce mi labor como cocinero y comunicador durante 32 años", ha explicado el cocinero en una entrevista en El País.

El popular chef ha desvelado que entre las felicitaciones que ha recibido, y entre las que se encuentra la del ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, están la de Joan Manuel Serrat, Iñaki Gabilondo, Karra Elejalde y hasta el duque de Alba. 

"Dono todo lo que gano por la publicidad"

Arguiñano no cobrará los 30.000 euros asociados al premio, que donó a la ONG Zaporeak, una asociación que da de comer a los refugiados en la isla griega de Chios, y al Banco de Alimentos de Gipuzkoa. “Dono todo lo que gano por la publicidad, que es bastante dinero. Ayudo al pueblo saharaui, a Aldeas Infantiles, hace 25 años abrí una guardería en Caracas y he fundado con [el cocinero] Gastón Acurio un comedor social para niños en Pachacútec (Perú), donde se dan 300 desayunos al día. Lo que más me duele es que haya niños que no tengan comida para llevarse a la boca y ancianos que pasen frío en invierno”, ha recordado.

Debutó en la tele en 1989

El cocinero vasco debutó en la tele en 1989, cuando dirigió en Euskal Telebista (ETB) En 1990 inició en la misma cadena Menú del día, hasta que en octubre de 1991 dio el salto a TVE tras la marcha de Elena Santonja. Más tarde fichó por Telecinco y luego por la televisión argentina hasta que en 2010 comenzó su programa Cocina abierta de Karlos Arguiñano, en Antena 3, que mantiene hasta la fecha.

Su rutina diaria

En una entrevista reciente en La Razón, Arguiñano relataba su rutina diaria desde que se pone en pie a las 7 de la mañana en su casa de campo. Desayuna "normalmente algo salado, puede ser un revueltito, un huevo frito o pasado por agua, y si me han sobrado algunos espárragos de por la noche...". 

Marcha a su restaurante, donde su reúne con sus hijos, a las ocho y se toma un cafetito. A las nueve y cuarto, "ya me vengo a Bainet (plató en Orio), que es donde grabo el programa cada día". Tras la grabación se va a su casa a comer y luego "me preocupo de visitar a los animales: la semana pasada han nacido cerdos, cabritas, tengo muchas gallinas, ocas, y tengo dos vacas y tres terneros".

 "En esta vida, o das pena o das envidia. Yo prefiero dar envidia"

 La única espinita que lleva clavada es que le quitaran la estrella Michelin que logró en 1985 para su restaurante de Zarautz (Gipuzkoa). “Ahora no cocino peor, porque sé mil veces más que hace 30 años y hago las cosas muchísimo mejor. Me la quitaron porque estaba en televisión, pero no importa. En esta vida, o das pena o das envidia. Yo prefiero dar envidia”