La Audiencia Provincial de Madrid juzga desde este jueves a Pedro Luis Gallego Fernández, conocido como el 'violador del ascensor', que se enfrenta a 96 años de cárcel por la violación de dos mujeres y otros dos intentos en 2017 en las cercanías del Hospital La Paz de la capital.

Asesinó a dos jóvenes y violó a otras 18 mujeres

Gallego ya fue condenado en su momento a 273 años de cárcel por el asesinato de Leticia Lebrato, de 17 años, en Valladolid, y de Marta Obregón, de 19, en Burgos, además de otras 18 agresiones sexuales cometidas desde los años 70, pero quedó en libertad en 2013 gracias a la derogación de la doctrina Parot, por la que habría tenido que estar en la cárcel hasta 2022.

Los hechos por los que vuelve al banquillo

Según la Fiscalía, el 16 de diciembre de 2016, sobre las 23:35 horas, abordó en la zona norte de Madrid capital a una menor de 17 años a la que encañonó con una pistola y trató de llevar hasta su coche a la fuerza, consiguió quitarle la cartera y el móvil, pero no logró secuestrarla gracias a la ayuda de algunos vecinos.

El violador del ascensor, Pedro Luis Gallego. EFE imagen archivo

El violador del ascensor, Pedro Luis Gallego, en una imagen de archivo. EFE

El 19 de febrero de 2017, el violador del ascensor amenazó con una pistola a otra mujer en las cercanías del hospital La Paz, y consiguió meterla en su coche con la cabeza tapada y las manos atadas para llevarla a su casa de Segovia, donde la agredió sexualmente en, al menos, cinco ocasiones. Al día siguiente, la dejó en una calle de Madrid.

Pedro Luis Gallego Fernández es juzgado también por los hechos ocurridos sobre las 1:40 horas del 2 de abril de 2017, cuando atacó en la calle a otra joven, a la que exigió a la fuerza que se introdujera en el coche, golpeándola con una pistola en la cabeza. Afortunadamente la joven consiguió huir, según el relato de la Fiscalía.

La cuarta agresión por la que el depredador sexual se sienta otra vez en el banquillo ocurrió sobre las 22:45 horas del 14 de abril de 2017, cuando secuestró a otra mujer a la que colocó una pistola en la cabeza. La introdujo en su coche, la maniató y le tapó los ojos. La llevó a una gasolinera en la localidad madrileña de Las Rozas, donde abusó sexualmente de ella. Luego la llevó a Segovia y allí la agredió sexualmente varias veces hasta que a la mañana siguiente regresó con la víctima a la capital.

La Policía Nacional detuvo a Pedro Luis Gallego el 14 junio de 2017, después de buscarle durante medio año.

Un perfil bajo en la cárcel

Su 'modus operandi' consistía en secuestrar a punta de pistola a sus víctimas en una zona próxima al Hospital de La Paz. Luego se las llevaba a Segovia para agredirlas sexualmente y las devolvía al lugar del rapto en coche.

Desde que ingresó en la cárcel el 'violador del ascensor' lleva una vida penitenciaria tranquila teniendo en cuenta su perfil criminal, pasando desapercibido entre otros reclusos al no acudir a salas comunitarias y sin generar incidentes. El pasado julio, se le encontró inconsciente en su celda en lo que podría ser un intento de suicidio, según fuentes penitenciarias. El perfil de los agresores sexuales dentro de la cárcel suelen ser "plano" para que otros presos no les identifiquen como violadores, delincuentes más estigmatizados y castigados por el resto de los internos.

En la actualidad, el depredador sexual cumple prisión preventiva por nuevos hechos. Por esta situación procesal no puede asistir a las terapias que suelen acudir delincuentes sexuales. El programa para el control de la agresión sexual es voluntario, siendo impartido por un psicólogo y un educador. Los presos que responden a delitos contra la libertad sexual no tienen ninguna obligación de participar en dicho programa.