Este año se cumple el 80 aniversario de un momento que pudo cambiar la historia, al menos de España: el encuentro de Franco con Hitler en Hendaya. El escritor e historiador Juan Eslava Galán recrea este momento histórico en ‘La tentación del caudillo’ (Planeta), que acaba de salir a la venta. Unos meses antes de ese 23 de octubre de 1940, el dictador español había barajado la entrada de nuestro país en la II Guerra Mundial, pero cuando se encuentra por fin con el Führer, ha cambiado de idea y sólo entrará en la contienda si Alemania beneficia a España concediéndola buena parte de las colonias de Francia en África.

En ‘La tentación del caudillo’, Eslava Galán repasa con ironía y buen humor los secretos del franquismo en esos primeros años de la dictadura: la compleja elección del lugar del Valle de los Caídos y sus implicaciones mágicas, las maniobras del espionaje aliado, los sobornos del millonario Juan March, los agasajos en prostíbulos de lujo a los jerarcas españoles que visitan Berlín y las implicaciones poco conocidas del encuentro de Hendaya. También están presentes en la novela el horror del franquismo y cómo la población se moría literalmente de hambre, mientras el dictador y sus generales se gastaban la mitad del presupuesto en armar un gran ejército que pudiera codearse con la élite mundial.

"“En la cama de El Pardo, el matrimonio titular practica lo que más une a una pareja, la reposada conversación"

Juan Eslava Galán también se mete en el dormitorio de Franco, una alcoba en la que el sexo brillaba por su asusencia. “En la cama de El Pardo, el matrimonio titular practica lo que más une a una pareja, la reposada conversación, cada cual en su cama, después de orar”. 

Juan Eslava Galán Victoria (Foto: Victoria Iglesias / Planeta)

Juan Eslava Galán Victoria (Foto: Victoria Iglesias / Planeta)

PREGUNTA.- ¿Cuánto de realidad y cuánto de novela hay en 'La tentación del Caudillo?
Yo diría que es un ensayo novelado o una novela ensayada, como queramos ponerlo. Cuento con gran pormenor la relación que tuvo al principio Franco con Hitler, cuando quiere entrar en la guerra, pero Hitler lo desprecia. Después, cuando a éste le interesa, Franco ya no quiere porque cree que las cosas no están tan claras. Todo es absolutamente histórico y me he basado en datos reales y archivos. Por eso viene un capítulo de bibliografía al final y notas a pie de páginas muy exactas. A veces hay cosas que podrían parecer fantasías de novelista, como por ejemplo los planes que hacen para tener en diez años un ejército que sea de los más importantes del mundo. Pues todo este plan está refrendado por archivos y documentos.

RESPUESTA.- ¿Se podría decir que la realidad supera la ficción?
Si no fuera porque existen los papeles que lo prueban, uno pensaría 'a quién se le ocurre', 'es una barbaridad', en un país que está muerto de hambre y alguien pretenda en diez años ponerse a la altura de los primeros. Pues bueno, así era.

"Que Franco quisiera llegar tarde para poner nervioso a Hitler es una fake new de los años 40 absolutamente falsa"

¿Se ha encontrado también con muchas fake news de ese periodo histórico?
Las fake news son inevitables, han existido siempre. Lo que pasa que ahora se divulgan mucho más. Por ejemplo, una muy clásica, que además tiene que ver con el tema del libro: que Franco astutamente quiso llegar tarde para poner nervioso a Hitler. Eso es una fake new de los años 40 absolutamente falsa. Franco iba nervioso mirando el reloj y sólo llegó 8 minutos tarde, tampoco fue nada del otro mundo. Realmente Hitler estaba entretenido, paseándose por el andén con Ribbentrop, su ministro de Exteriores, y hay muchísima filmación que lo demuestra. Allí estaban las cámaras de la UFA tomándolo todo y no se le ve que esté especialmente nervioso. Entiende, además, que como anfitrión tiene que llegar antes que el invitado, lógicamente.

"El encuentro de Hendaya fue un diálogo de sordos"

En el subtítulo de la novela 'Nueve meses que no estremecieron al mundo', hace énfasis en ese no. ¿Por qué?
Hago un guiño pícaro al famoso libro de John Reed, 'Diez días que estremecieron al mundo'. Los periódicos españoles dieron muchísima importancia a este encuentro y, sin embargo, al final no tuvo ninguna porque Franco iba ya determinado a que sólo entraría en la guerra si Hitler cedía en todo lo que le pedía, algo que ya sabía que no se lo iba a conceder. Fue un diálogo de sordos, en cierto modo.

"Franco admiraba a Hitler porque, saliendo de la nada, había convertido a Alemania en una gran potencia"

¿Quiso Franco ajustar cuentas por el desprecio con que le había tratado Hitler previamente?
Franco debía mucho a Hitler y éste en los momentos en los habló de él, lo hizo con desprecio. Se ensañaba con él diciendo que se lo debía todo y era un desagradecido. Para Hitler era fundamental poder conquistar Gibraltar y sólo lo podía hacer por tierra, de ahí su empeño en que España entrara en guerra, a pesar de que era muy consciente de que en nuestro país, recién salido de la guerra civil, la gente estaba pasando hambre. Desde el punto de vista de Hitler tenía una gran lógica querer conquistar Gibraltar, pero a Franco no le interesaba en ese momento meterse en una guerra, sobre todo si no iba a sacar nada.

¿La negativa de Franco entonces se debió a razones digamos políticas exclusivamente?
Él admiraba a Hitler. Era un hombre que, saliendo de la nada, había convertido a Alemania en una gran potencia.

¿Cómo era Franco?

 Era un hombre con cierta formación militar, pero no tenía formación política ni económica, en esto era un desastre y, de hecho, conducía el gobierno como si fuera un cuartel. En esto último fue muy torpe, hasta que las cosas se pusieron ya tan difíciles a mediados de los años 50 que tuvo que echar mano de los tecnócratas para que sacaran la economía del país adelante. Franco era un hombre de orden que creía haber conjurado la revolución marxista y que España le debía todo. Su gran ambición era quedar para la historia como un gran estadista.

¿Y en su vida personal?
Él se lleva bien con la señora de Franco, pero no quiere confiar plenamente en ella los secretos de Estado porque piensa que los puede contar después. Carmen Polo tiene su corrito de señoras que le traen los chismes de Madrid. Hay en el matrimonio una relación pequeño-burguesa en ese matrimonio. 

¿Podemos pensar entonces que no consideraba a su mujer una igual?
Bueno, igual... Él estaba encantado de haberse casado con ella porque tenía ciertos rasgos aristocráticos, era de una aristocracia menor de Asturias, y la tenía en gran estima, sin duda alguna.

"Consiguió que los militares no le dieran mucho la lata corrompiéndolos a todos"

Destaca en algún momento del libro su 'galleguez', ¿en qué sentido?
Siempre se dice que un gallego no se sabe si baja o sube una escalera, pues en ese sentido, él era muy gallego, muy astuto. A lo mejor no era un dechado de inteligencia, pero sí un hombre muy listo. Supo mantenerse al frente durante 40 años. ¿Cómo? En un principio todos los militares eran monárquicos, incluso él mismo lo era. ¿Y qué hizo? Corromperles a todos con lo que consiguió que no le dieran mucho la lata.

¿Pagando?
Sí, por medio de ascensos y también dejando que se enriquecieran con contratas, etc. Él dejó hacer para que nadie le moviera la silla.

En sus libros siempre está presente el humor, un humor que ha sido cuestionado para según qué cosas. ¿Le ha resultado complicado hacer humor con el franquismo o el nazismo?
Siempre se puede hacer humor con todo. De hecho, los españoles nos caracterizamos por nuestra buena disposición al humor negro. Un libro debe ser serio en el sentido de que esté bien documentado y hecho con cierto rigor, pero eso no está reñido con el humor. Es también la marca de la casa. Mis lectores esperan que además de informarse, se lo van a pasar bien con esa lectura.

Se lo preguntaba por si en algún momento se ha planteado una cierta autocensura, tras los episodios que hemos vivido relacionados con el humor.
¿Autocensura? No, no me la explico. Puede haber lectores que no estén de acuerdo con mi tratamiento del tema, pero los que tenemos cierta edad hemos escapado de unos tiempos en los que había censura y la autocensura es casi más perniciosa que la censura. Así es que no debemos censurarnos siempre que respetemos al prójimo y que tengamos en cuenta la cordialidad que deber presidir todas las relaciones. Yo no me autocensuro.

"El franquismo fue una época negra"

A lo largo de la novela se describe la miseria de Madrid, cómo el régimen franquista mataba sin ningún problema, incluso un ajusticiamiento por garrote vil. ¿Qué es lo que más le repugna de aquella época?
Muchas cosas, hay que tener en cuenta primero que en el país hay gente que se está muriendo de hambre, en la calle y otros que viven en el campo mueren envenenados porque están tomando todo tipo de hierbas. Hay un problema galopante de tifus y tuberculosis, que se extienden con rapidez porque la población está debilitada y sucumbe fácilmente a las enfermedades. Mientras tanto hay unos cuantos generales que están pensando en comprar acorazados, aviones y un montón de material bélico para poder codearnos con las grandes potencias mundiales en un plazo de diez años. Eso resulta ridículo por una parte, pero también indigna. Están gastando aproximadamente un 50% del presupuesto nacional en armamento militar y dedican sólo un 1% a la sanidad. Esas cosas indignan así como los juicios y los fusilamientos y todo eso. Fue una época negra.

"Si Franco se hubiera implicado en la guerra, no habría habido 40 años de franquismo"

Han pasado ya 80 años del encuentro entre Franco y Hitler, ¿qué lectura podemos sacar de aquello con la perspectiva actual?
Un país se lo tiene que pensar mucho antes de tomar cualquier decisión y ser consciente de su situación. Franco lo tenía solo hasta cierto punto. Y luego la segunda parte es que en política internacional hay que andarse con pies de plomo. Por otro lado, es cierto que si Franco se hubiera implicado en la guerra, no se puede hacer historia ficción, pero supongamos que se hubiese implicado en la guerra, quiere decir que España habría estado entre las potencias perdedoras en el año 1945 y aquí habrían impuesto una democracia, sea república o sea monarquía, y aquí habrían aplicado el Plan Marshall que levantó bastante la industria europea. O sea, que habría tenido su parte positiva, por decirlo así. No habría habido 40 años de franquismo.

"En la última etapa de Franco, España tuvo un despegue como no lo había tenido antes, pero no fue mérito suyo"

¿Qué diría a eso de 'con Franco vivíamos mejor'?
En la última etapa de Franco, España tuvo un despegue como no lo había tenido antes. ¿Fue eso mérito de Franco? No exactamente. En los años 50, la Europa herida de la II Guerra Mundial se está reponiendo, empieza a haber industria y necesitan obreros. Los cientos de miles de parados que tiene España se van al extranjero y traen las divisas que necesitaba el régimen. Por otra parte, empiezan a venir extranjeros de vacaciones y traen también divisas. Franco nació de pie. Ese despegue no es solo obra de los tecnócratas a los que dejó que gobernaran la economía, también tuvimos el viento a favor y entonces hubo efectivamente un progreso notable en España y en la sociedad española, en todos los sentidos. ¿Fue por Franco? No, pero estaba él mandando. También es cierto que el pueblo español estaba bastante despolitizado, porque el que se salía del plato... Estuvo matando gente por cuestiones políticas hasta poco antes de morir. Eso tampoco hay que olvidarlo.