Juan Carlos I anunció que abandonaría la actividad pública a partir del próximo domingo. La jubilación le ha llegado al Rey emérito que, a sus 81 años, deseaba desvincularse por completo de una rutina que se le hacía prácticamente imposible seguir. Tendrá su retiro, pero con lo que no contará es con la pensión correspondiente a cada jubilado.

La Familia Real son un caso especial en este aspecto. No se les considera trabajadores por cuenta propia o ajena. Tampoco autónomos. De hecho, los miembros de la Corona perciben su asignación en doce pagas mensuales que tan sólo están sujetas a los cambios en el IRPF. Como el monarca emérito no ha cotizado en su vida y por eso no podrá cobrar pensión.

Sí que es cierto que otros medios de la Familia Real han cotizado cuando ejercían otra labor al margen de su actividad oficial, como por ejemplo las infantas Elena y Cristina. Ambas compaginaban sus trabajos en Mapfre y La Caixa.

Otro ejemplo podría ser el de la reina Letizia que, antes de convertirse en miembro de la Familia Real, desempeñaba la labor de periodista en TVE. Por tanto, la monarca sí cotizó durante años, hasta contraer matrimonio con Felipe VI. Cuando se convirtió en Princesa de Asturias dejó de cotizar al sistema de pensiones.

Tarjeta sanitaria

Como los miembros de la Familia Real no cotizan a la Seguridad tampoco están cubierto por la Sanidad Pública. Es decir, ni los Reyes ni sus hijas ni los monarcas eméritos cuentan con tarjeta sanitaria. Sí podrían acudir a Urgencias en caso de gravedad, pero los ingresos no los cubrirían, ni las operaciones quirúrgicas.

Por tanto, como no cobrará pensión como tal, el Rey emérito contará con una pensión vitalicia como la de un expresidente del Gobierno. Eso sí, esta asignación será inferior a los 194.000 euros que percibe en la actualidad.