Matthew James Hicks es un ciudadano escocés de 34 años. La historia de Hicks muestra una de las vivencias más complicadas. Todo comenzó cuando el escocés consideraba que padecía de un resfriado común para lo que se tomó los medicamentos genéricos que no necesitan de receta al tratarse de una afección.

Sin embargo, Hicks acabó siendo trasladado en una ambulancia al Hospital Aberdeen Royal Infirmary donde su diagnóstico fue mucho más severo que una dolencia común. Las primeras previsiones indicaban que Matthew sufría de una sepsis mortal. La sepsis es una respuesta potencialmente mortal del cuerpo a una infección. Es más conocida como “envenenamiento de la sangre” y se produce cuando el sistema inmunológico del cuerpo tiene una reacción abrumadora a una infección bacteriana, viral o fúngica que se propaga a todo el organismo.

Matthew también sufría de bacterias en la garganta y en la piel a través del diagnóstico por detección de estreptoco A, así como neumonía en el pulmón derecho. Tras este diagnóstico, los sanitarios informaron a la familia de la necesidad de inducirle el coma tras el deterioro de su estado, sin embargo, el escocés despertó dos semanas después.

Sepsis, estreptococo A y neumonía

Tras este periodo, el suministro de sangre a los pies dejó de funcionar, por lo que, tuvieron que amputar esta zona inferior. “Realmente no entendí lo que estaba sucediendo cuando me dijeron que me amputaron porque no había visto mis pies”, dice Matthew al Daily Record.

Realmente no entendí lo que estaba sucediendo cuando me dijeron que me amputaron porque no había visto mis pies

La alerta sobre el estado de Matthew fue dada por su pareja, Rachel, que se había alarmado cuando vio a su marido aturdido y confundido para lo que llamó a una ambulancia. Tras la recuperación, Rachel asegura que “nos sentamos en silencio e incredulidad. Nos sentimos muy aliviados cuando nos dijeron que Matthew se había recuperado, pero luego nos dieron más malas noticias sobre la amputación”.

La recuperación de Matthew tardó 12 semanas. A principios de junio, recibió el alta hospitalaria.

La sepsis mortal

En el momento en que un individuo padece de una infección, el propio sistema inmunológico responde liberando sustancias químicas para combatir esta dolencia. Sin embargo, en algunos casos, esta respuesta puede descontrolarse provocando una inflamación generalizada dañando a los tejidos y órganos. Esta sepsis se puede producir en colectivos vulnerables como los menores recién nacidos, personas de avanzada edad, con enfermedades crónicas o aquellos que hayan sufrido graves lesiones.

Los síntomas pueden varias desde fiebre alta o hipotermia, frecuencia cardíaca rápida, respiración acelerada, confusión, disminución de la producción de orina, presión arterial baja y erupción cutánea.