Los grupos conservadores hindúes han paralizado este jueves el estado de Kerala, en el sur de India, en protesta contra el Gobierno estatal por permitir que dos mujeres desafiaran una prohibición centenaria y entraran en un templo hindú que tiene vetado el acceso a las mujeres en edad de menstruar.

Unos 400 manifestantes, incluidas algunas mujeres, se han echado a las calles de Kochi, la capital comercial de Kerala, a primera hora de la mañana, apoyados por responsables del nacionalista Partido Bharatiya Janata (BJP) del primer ministro Narendra Modi así como del Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), 'padre' ideológico del BJP.

Muchas tiendas y otros pequeños negocios han cerrado después de que los grupos hindúes llamaran a un paro en todo el estado. La mayoría de los servicios de autobús no han operado y los taxis se han negado a aceptar a pasajeros, ya que algunos conductores temían ser atacados por ello.

El Tribunal Supremo de India ordenó el pasado septiembre que se levantara la prohibición de que mujeres y niñas en edad de menstruar --entre los 10 y los 50 años-- entraran en el templo de Sabarimala, que atrae a millones de fieles al año. Sin embargo, hasta ahora el templo había seguido vetando el acceso y los intentos de algunas mujeres de entrar habían sido evitados por miles de devotos.

Sin embargo, en la madrugada del miércoles dos mujeres escoltadas por la Policía entraron al templo por una puerta lateral, pillando desprevenidos a los devotos. Rápidamente estallaron protestas contra la acción de las mujeres. Una agente de Policía fue atacada y acosada por cinco manifestantes n un distrito próximo a Kochi mientras que un manifestante murió a pedradas en un incidente en otro distrito del sur del estado, según la Policía.

Este jueves, los manifestantes han marchado hacia el principal cruce de la ciudad para protagonizar una sentada, coreando eslóganes y enarbolando banderas, con las calles desiertas. La protesta ha sido en general pacífica, ha señalado el inspector general de la Policía de Kochi, Vijay Sakhare, a Reuters.

"Detuvimos a más de 600 personas el miércoles en Kochi y otros cuatro distritos aledaños y casi 300 de ellos fueron puestos bajo custodia provisional", ha indicado Sakhare, que ha asegurado que la Policía está preparada para ofrecer protección a aquellos que quieran seguir con sus rutinas diarias.

"Algunos manifestantes podrían volverse violentos procediendo a lanzar piedras o bloqueando carreteras y nosotros estamos armados con equipos antidisturbios y tenemos gases lacrimógenos y cañones de agua", ha indicado el jefe policial.

El gobierno de Kerala está controlado por partidos de izquierda y ha tratado de permitir que las mujeres entraran en el templo, una postura que le ha granjeado críticas de los dos principales partidos del país, el gobernante BJP y el opositor Congreso.