El sector de la hostelería carga contra la modificación de la Ley Antitabaco y considera un error que los camareros pasen a convertirse en vigilantes de los clientes, así como incoherente que no se pueda fumar en las terrazas y sí a escasos metros de las mesas. A través de la nueva normativa enfocada al consumo de tabaco, las mesas ubicadas en exteriores de bares y restaurantes, al igual que las playas y los entornos naturales se sumarán a las restricciones que se incluirán en el nuevo proyecto de Ley que se llevará al Congreso de los Diputados tras aprobarse en el Consejo de Ministros celebrado a principios de esta semana. Cambios que se introducen formando parte de una intención que el ministerio de Sanidad tenía desde hace tiempo y con la que pretenden actualizar la regulación ante las nuevas tendencias de consumo. Se procede, así, a la reforma de esta regulación buscando implementar, tal y como apuntan, las demandas de la comunidad científica y sanitaria.

Sin embargo, el sector hostelero no ve con buenos ojos estos cambios y encuentran desacertadas las decisiones que se han tomado a la hora de introducir nuevas limitaciones en esta ley. De esta manera, el presidente de Hostelería de España, José Luis Álvarez Almeida, considera un tanto incoherente que "un cliente no vaya a poder fumar en la terraza y tenga que levantarse para estar a escasos metros de las mesas y, ahí, sí va a poder encender el cigarrillo y nadie le va a dirá nada ni le va a controlar", además se cuestiona dónde irán las colillas y restos, "¿dónde se van a tirar? En nuestras terrazas, en nuestros ceniceros". 

Álvarez Almeida cree que las nuevas medidas no van alineadas con el sector y entiende que "la hostelería es un sector pacífico, un sector donde lo que nos gusta es disfrutar. Somos líderes en el mundo del turismo, batimos récord año tras año. Curiosamente, en Europa solamente hay un país en el que se prohíbe fumar, va a ser España el segundo... En España tenemos más terrazas, tenemos más sillas y más mesas que todo Europa, y vamos a ser nosotros los que prohibamos a nuestros turistas fumar y les tendremos que explicar que se tienen que levantar y que tienen que ir a fumar fuera de nuestros espacios". Una nueva Ley Antitabaco cuyos principales puntos no llega a comprender, pues entiende que existen alternativas y que el camino hacia la reducción del consumo de este producto puede recorrerse de otra manera.

Es un despropósito, es una ley que va a debilitar al sector turístico español, sobre todo a los hosteleros, porque también hay establecimientos y terrazas que son libres de humo. Cada uno puede elegir lo que quiera

 

A todo ello, el presidente de Hostelería de España añade que "es fundamental garantizar la convivencia y evitar la imposición de cargas adicionales a los profesionales del sector hostelero. Las terrazas son un espacio clave para la vida social y económica del país, y cualquier decisión debe valorar con seriedad su impacto real en términos de empleo, actividad empresarial, competitividad turística y experiencia de los clientes". Por todo ello, Hostelería de España reitera la "voluntad de diálogo" con las autoridades e insta al Gobierno a "reconsiderar la medida".

Afectará a los cigarrillos tradicionales y a los nuevos productos sin combustión

Una modificación de la normativa que prohibirá fumar en diferentes lugares públicos, no será en todos, pero sí en muchos donde solía ser habitual abrir el paquete de tabaco. El más común y que puede resultar más complicado adaptarse a muchos: las terrazas de bares y restaurantes. No solo se dejarán de ver a fumadores en estos lugares, sino que la nueva normativa será extensiva a playas y entornos naturales. Además, también afectará al uso de cigarrillos electrónicos y productos relacionados. En concreto, este apartado de la medida se dirige a elementos como los vapers, que han experimentado un gran crecimiento de consumo entre los jóvenes, y los cuales quedarán sujetos a limitaciones similares a las del tabaco convencional. Con ello, Sanidad pretende evitar la normalización de estos productos y prevenir un incremento de la dependencia a la nicotina en nuevas generaciones.

No solo eso, sino que también apuntan desde el ministerio que, a través de estos cambios, se busca evitar el consumo pasivo de los humos derivados de los cigarrillos y, por ende, no asimilar sus sustancias tóxicas, así como, también, contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente evitando la acumulación de colillas

La hostelería basa sus críticas en datos

Una modificación de la Ley que en el sector de la Hostelería no han recibido, precisamente, con entusiasmo pues entienden que afectará al trabajo de sus empleados que, además de servir a los clientes, tendrán que convertirse en vigilantes del cumplimento de esta nueva normativa.  Desacuerdo que muestran pues aseguran que existe una convivencia pacífica entre fumadores y no fumadores y que, según el último informe publicado en el mes de julio por Hostelería de España junto con 40dB, más de la mitad de la población (56,1%) no considera prioritaria la prohibición de fumar en terrazas. Además, tal y como apuntan, 7 de cada 10 personas opinan que concienciar es más eficaz que prohibir para reducir el consumo de tabaco. 

Entienden que existe una notable diferencia con la prohibición que comenzó a aplicarse en el 2005 de anular el consumo en el interior de los establecimientos, entendiendo el sector hostelero que, con las medidas que se pretenden implementar, se correría el riesgo de expulsar a la población fumadora hacia espacios menos adecuados, como la vía pública o los hogares, que son entornos cerrados y de mayor sensibilidad. Así, consideran que el debate de los espacios en los que prohibir fumar o no, en estos momentos, debe centrase en aquellos entornos donde la presencia de menores sea significativa, como instalaciones deportivas infantiles o zonas de juego, no en terrazas de hostelería al aire libre. No solo eso, sino que también señalan que, en toda la Unión Europea, solo Suecia ha limitado el consumo en terrazas. 

Además, cuestionan también la limitación que se procederá a realizar de los nuevos productos sin combustión, ya que entienden que el Gobierno de España se equivoca al equipararlos a los cigarrillos tradicionales, pues observan la posición de la UE diferente. Puntualizan que en varios países en todo el mundo, como Italia, Grecia, República Checa, Suecia, Reino Unido y Nueva Zelanda, han seguido este criterio y han desarrollado políticas públicas que reconocen las diferencias entre los productos en función del riesgo, como una vía complementaria de lucha contra el tabaquismo.

Unas medidas que no encuentran como urgentes su desarrollo pues apuntan que el consumo de tabaco ha caído 10 puntos porcentuales desde 2006 y las ventas de cigarrillos tienen una tendencia decreciente.

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