Matthew Taylor Coleman es un hombre que está muy obsesionado con el movimiento conspiranoico que protagonizó el asalto al Capitolio tras las elecciones de Estados Unidos del pasado 3 de noviembre, QAnon.

El hombre se ha convertido en protagonista después de que asesinara a sus dos hijos por considerar que, tras varias "visiones", ellos querían destruir el mundo porque eran unos "monstruos".

Según ha revelado The Washington Post, Coleman iba a llevar a su hijo de 2 años y a su hija de 10 de meses desde su casa de Santa Bárbara, California, hasta un campamento familiar de la ciudad turística de México, Rosarito.

Tal y como ha informado la agente del FBI Jennifer Bannon al medio estadounidense, el hombre contó cómo habían ocurrido los hechos en una declaración jurada de nueve páginas.

El protagonista se responsabilizó de los asesinatos y aseguró que había disparado a cada uno de sus hijos en el pecho con una pistola de pesca submarina. Tras dos días desaparecido con los pequeños, los agentes federales lo detuvieron y vieron sangre en los documentos de su furgoneta.

Coleman lo confesó todo y explicó al FBI que todo había sucedido tras haber sido ilustrado por el grupo extremista QAnon y los Illuminati. En la declaración señalaba que él había recibido visiones que revelaban que su mujer tenía "ADN de serpiente" y que dicho componente genético también lo tenían sus hijos.

"Estaba salvando al mundo de los monstruos. Sabía que estaba mal, pero era el único curso de acción que salvaría al mundo", ha justificado el hombre en su declaración ante los agentes federales.

Coleman había competido en el equipo de surf de la Universidad Point Loma Nazarene y decidió vivir en España para conseguir experiencia previa para una "misión de surf". Una decisión que terminó con el protagonista volviendo a Santa Bárbara dos años después y creando su propia escuela de surf para niños.